Cuestiones políticas y personales enredan la campaña electoral en Perú
Sin que se haya definido aún el formato de la papeleta de voto, la campaña presidencial peruana se encuentra enredada, a dos meses de los comicios del próximo 8 de abril, en un debate en el que se mezclan las cuestiones políticas y personales.
Los ánimos del candidato del partido derechista peruano, Frente Democrático (Fredemo), Mario Vargas Llosa, se han visto exaltados por la exigencia hecha por el ministro de Economía y Finanzas, César Vázquez Bazán, para que presente las declaraciones de impuestos efectuadas en la última década. El ministro, a quien el famoso novelista ha acusado de ser el portavoz de una campaña "infame, mentirosa y canalla", promovida por el presidente, Alan García, dijo ayer por la televisión peruana que Vargas Llosa ha evadido impuestos, sobre todo los derivados de sus ganancias y bienes en el extranjero, entre los que mencionó supuestas acciones en la agencia literaria de la promotora catalana Carmen Balcells.Mientras tanto, el presidente García salió a pedir moderación y decencia en la contienda política, si bien la polémica levantada por la petición ministerial ha provocado una auténtica embestida de la oposición contra Vargas Llosa. Así, líderes izquierdistas prometen para esta semana sacar a relucir viejas declaraciones de impuestos del candidato. El escritor ha respondido con un ataque frontal al mandatario peruano y a su gestión, prometiendo no cobrar un centavo si sale elegido presidente y haciendo un llamamiento para conseguir un mandato mayoritario en la primera vuelta electoral.
El debate continúa centralizado, como ocurre desde hace poco más de dos años, en los desafios problemáticos y verbales de Vargas Llosa, quien se ha adelantado en más de 24 meses a sus rivales de campaña, tras convertirse, en agosto de 1987, en la cabeza de la oposición conservadora a la propuesta del jefe de Estado peruano para la nacionalización del sistema financiero nacional.
Según el candidato a la vicepresidencia de la República por el bloque de Izquierda Unida (IU), Agustín Haya de la Torre, el Fredemo tiene un presupuesto de 50 millones de dólares para la publicidad de la campaña presidencial. Haya de la Torre manifestó que un solo anuncio de televisión cuesta lo que un trabajador peruano ganaría en cuatro años. "Si no logramos detener esto", agregó, "el poder político se habrá prostituido como nunca en Perú, porque habrá sido puesto en venta, sin más ética ni moral alguna que la que manda el lucro".
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