Austeridad y eficacia, objetivos de Carmen Mestre en la gestión de Cruz Roja

Austeridad en el funcionamiento interno y mayor implicación social caracterizarán la nueva etapa de Cruz Roja Española, según anunció ayer su presidenta, Carmen Mestre, en la toma de posesión del cargo. "El 90% de nuestros ingresos tiene que ir a servicios sociales y ello implica vigilar la burocracia y la eficacia en la gestión", afirmó.Carmen Mestre pretende que Cruz Roja constituya una plataforma para la integración de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Atención especial recibirán los mayores de 65 años, hacia los que se ampliará el reclutamiento de voluntarios de la Institución. "Ellos pueden aportar su sabiduría y su conocimiento de las necesidades de los demás", manifestó la responsable de Cruz Roja Española.

"Cruz Roja es de los marginados", insistió, por ello las prestaciones atenderán, preferente enfermos de SIDA, infancia maltratada, refugiados y extranjeros. El reto para Carmen Mestre es conseguir durante su mandato implicar a un millón de españoles en las tareas de la Institución.

La nueva presidenta de Cruz Roja retomó el mensaje de Matilde Fernández, en el sentido de trabajar por los "desiguales" sin olvidar el esfuerzo por elevar los niveles de bienestar de los ciudadanos.

La ministra de Asuntos sociales, destacó, durante la toma de posesión de Carmen Mestre, la importancia que adquirirá la política social en la década de los 90 y elogió el esfuerzo desarrollado por el anterior presidente, Leocadio Marín, en la democratización interna de la Cruz Roja. "Cogió el toro por los cuernos, tuvo gran capacidad crítica y supo incorporar esa crítica al trabajo de Cruz Roja", dijo.