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Mercasevilla requirió notarialmente el pago de una concesión a una constructora vinculada a Juan Guerra

La empresa Construcción Modular Andaluza, SA, promovida por un testaferro de Juan Guerra, según la ex mujer de éste y el abogado de otro de los socios promotores, fue requerida notarialmente en 1988 por Mercasevilla para que abonara el pago de la concesión de dos terrenos cedidos en 1986, cuando Adolfo Guerra, hermano de Juan, ocupaba un cargo directivo en Mercasevilla. Construcción Modular Andaluza consiguió pocos meses después de su constitución, en 1986, la concesión de dos amplios solares propiedad de Mercasevilla, así como una ayuda oficial para ediricar en ellos un complejo hotelero.

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Después de tres años de funcionamiento, Construcción Modular Andaluza, SA, fue vendida por unos 200 millones de pesetas, según el letrado José Luis Arredondo.El impago en marzo de 1988 de los compromisos económicos adquiridos con mercasevilla motivó el requerimiento formal, a través del notario Eusebio Herrera Torres, de la liquidación de la deuda. El documento notarial deja clara constancia de la amenaza de la compañía acreedora en el sentido de que pondrá fin a la concesión de los terrenos si Construcción Modular Andaluza continua sin pagar las cantidades acordadas en el contrato suscrito en 1986. Una advertencia que ponía en peligro el principal activo de la constructora

Construcción Modular Andaluza se constituyó en Sevilla el 9 de abril de 1986 con un capital social de tres millones de pesetas, e intervinieron en su creación tres personas. En primer término, José Garrido López, vinculado actualmente -como presidente y consejero delegado de Puerto Zahara, SA- al proyecto urbanístico Puerto de la Plata, en Barbate (Cádiz), reactivado tras la mediación de Juan Guerra -hermano del vicepresidente del Gobierno- ante el alcalde de esa localidad, Serafin Núñez.

Como segundo socio figuró Francisco Javier López Martín primo de José Garrido y esposo de la tercera accionista, Dolores García Ramos, persona que actuó como testaferro de Juan Guerra, según la versión de la ex mujer de este último, María de los Angeles López Rubio, y del abogado de José Garrido, José Luis Arredondo.

Construcción Modular Anda luza contactó con Mercasevilla para lograr la concesión de unos terrenos y la autorización para edificar en ellos un hotel de tres estrellas.

Mercasevilla -empresa en la que entonces ocupaba un puesto de responsabilidad Adolfo Guerra González, hermano del Alfonso y de Juan-, disponía de dos parcelas colindantes, de 4.000 y 4.700 metros cuadrados, respectivamente. A la concesión de una de ellas concurrió Hipercor, del grupo El Corte Inglés, pero finalmente retiró su petición.

El 28 de noviembre de 1986 el director general de Mercasevilla, José Villa, y el consejero delegado de Construcción Modular Andaluza, José Garrido, suscribieron dos contratos, en virtud de los cuales esta sociedad se convertía hasta el año 2021 en concesionaria de los 8.700 metros cuadrados de terreno. El precio fue de dos millones de pesetas por cada solar y un canon de 500 pesetas por metro cuadrado y año.

En el momento de la firma de los citados contratos, el equipo directivo de Mercasevilla que encabezaba José Villa, estaba compuesto además por Adolfo Guerra González, Joaquín Arbonna y Francisco Quintero. Sin embargo, un conflicto protagonizado por los mayoristas de pescado -que dejó a Sevilla desabastecida de este alimento durante varias semanas- provocó el cese del director. Su puesto pasó a ser ocupado por Vicente Bernáldez, quien heredó el equipo formado por Villa.

Tensiones

"Los hombres de Villa, según tengo entendido, le hicieron la vida imposible a Bernáldez", ha afirmado el concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento hispalense Manuel García García, quien aseguró que las tensiones se acrecentaron cuando Construcción Modular Andaluza fue requerida notarialmente para que pagase sus deudas con Mercasevilla.

Los problemas de liquidez para hacer frente a la construcción del hotel -una vez satisfechas las deudas reclamadas-, llevaron a los promotores del proyecto a iniciar la búsqueda de apoyos financieros. Así, los accionistas de Construcción Modular Andaluza aceptaron una propuesta para alquilar el hotel una vez edificado, en lugar de asumir la gestión directa del mismo.

A finales de 1987 entraron en contacto con el presidente de Desarrollo Turístico Hotelero, SA (DETURSA) y director de hoteles Plaza, Juan Aguilar Casals, cuya repentina muerte cortó la vía abierta en un protocolo de intenciones suscrito el 29 de febrero de 1988.

El interés comprador mostrado por un grupo de inversores de Jerez llevó a los accionistas de Construcción Modular Andaluza a estudiar la conveniencia de vender sus participaciones. Todos, excepto José Garrido, se mostraron favorables. La oferta era muy jugosa: cerca de 200 millones de pesetas.

A mediados de 1988 comenzaron las conversaciones con vanos inversores jerezanos, encabezados por el empresario y militante, del Partido Andalucista (PA) Sebastián Romero, promotor del Parque de Atracciones Sherryworld. Junto a él concurrieron Javier Pérez de Eulate, arquitecto de Jerez y artífice del proyecto del hotel que se pretende construir en los terrenos de Mercasevilla, y José García Serrano, además de La Isla, SA, y del propio José Garrido, que continuó como consejero delegado de Construcción Modular.

En poco menos de tres años, una sociedad constituida con un capital de tres millones de pesetas y con una concesión de terrenos como principal activo, había enriquecido sustancialmente a alguno de sus promotores.

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