Milán vivió ayer un día sin tráfico privado debido a la elevada contaminación atmosférica.

EFEGentes caminando, montadas a caballo, en carrozas o en bicicletas ofrecieron ayer una imagen insólita de Milán, donde durante todo el día estuvo prohibida la circulación de automóviles privados como medida para hacer frente a la altísima contaminación que padece la ciudad, en la que se registra una alta concentración de bióxido de nitrógeno. El alcalde Paolo Pillitteri ordenó que fuera gratuita la entrada a los museos de la ciudad.

Desde las nueve de la mañana hasta las 18.30 los turismos particulares no pudieron circular, aunque sí pudieron hacerlo los autobuses urbanos, los taxis y algún que otro automóvil con licencia espacial. Ello hizo que Milán fuera tomado por los ciclistas y los ecologistas, quienes disfrutaron de una jornada "festiva", como la consideró el alcalde, el socialista Paolo Pillitteri, quien adoptó la medida y ordenó que ayer fuera gratuita la entrada a los museos y exposiciones de la ciudad.Los milaneses, hartos de respirar en los últimos días las altas concentraciones de bióxido de nitrógeno, han reaccionado con civismo ante esta medida, que tiene un precedente en el domíngo 2 de diciembre de 1973, aunque en aquella ocasión la prohibición de circular a los coches no se produjo por la contaminación, sino por ahorrar combustible (años de la crisis del petróleo).

Museos gratis

El Ayuntamiento, para paliar la prohibición, reforzó las líneas de autobuses urbanos y el metropolitano, medios que durante todo el día transportaron a miles de milaneses. Por otra parte, los casi 5.000 taxis que existen en Milán estuvieron ayer de servicio, aunque, a pesar de ser un día especial, no redujeron sus tarifas.

Los trenes de cercanías que unen el área metropolitana también fueron reforzados, ya que 18 municipios colindantes se unieron a la prohibición de la capital. Cuatrocientos guardias municipales controlaron en los puntos neurálgicos de la ciudad la circulación y pusieron multas a los "listillos" que no respetaron la prohibición. Los agentes del orden tenían órdenes tajantes del responsable de Tráfico del Ayuntamiento, Augusto Castagna, de "penalizar sin piedad" con multas de 50.000 liras (unas 5.000 pesetas) a todos aquellos "despistados" que incumplieron la norma especial.

La medida de Pilliterri, cuflado del líder socialista Bettino Craxi, ha sido criticada por los partidos de la oposición (en el Ayuntamiento gobierna una coalición de socialistas y verdes), argumentando que la misma no sirve para nada, ya que se ha ido a elegir un día festivo, domingo, en el que normalmente circulan pocos automóviles.

A pesar de ello, el Ayuntamento ha calificado como de éxito la medida, que ha afectado a los cerca de 20.000 tifósis (hinchas) del Sampdoria, el equipo genovés que ayer se enfrentó en el estadio San Siro (Giuseppe Meazza) al Inter.'

Tifosi' afectados

Los seguidores genoveses llegaron a Milán en trenes especiales y autobuses y muchos se mezclaron con los participantes en una manifestación ecológica celebrada a mediodía en el Duorno (catedral, centro de Milán), en la que también participó, entre otros, el dirigente comunista Achille Occhetto.

El tiempo fue bueno en Milán, que a partir de las 18.30 volvió a convertirse en una ciudad intransitable.