_
_
_
_

Cuatro rostros de mujer

Cuatro veces fue elegida Barbara Stanwyck para competir por un oscar a la mejor interpretación femenina. Nunca se lo dieron. Pertenece, por ello, a una estirpe de elegidos en la que comparte esta cómica injusticia ni más ni menos que con Alfred Hitchcock, Greta Garbo, Charles Chaplin, Wilhelm Murnau y otros pobladores del mismísimo Himalaya del cine.Basta con nombrar los títulos de los cuatro filmes por los que Stanwyck fue discriminada por su colegas de la Academia de Hollywood para revelar, por un lado, el disparate, y por otro, la anchura de registros de la actriz: en 1937, por su trabajo en Stella Dallas; en 1942, por Bola de fuego; en 1944, por Perdición, y en 1948, por Voces de muerte.

Más información
Muere a los 82 años Barbara Stanwyck, una de las grandes estrellas del Hollywood clásico

Es dificil encontrar cuatro rostros de mujer más opuestos que los que interpreta en estas películas. Conducida por King Vidor, la mueca lastimera del melodrama desbocado de Stella Dallas; disparada por Howard Haivks, la explosiva mezcla de c2ndor y picardía que nos rega!ó en Bola de fuego; vigilada por Anatole Litvak, la expresióncrispada del terror y la angustia que alcanzó en Voces de muerte, y, finalmente, llevada al abismo por Billy Wilder, la representación en estado puro, despectiva y casi bestial, de la perversidad que conmueve a su trabajo en Perdición. Sin embargo, en estos cuatro polos de la astronomía de esta mujer hay un denominador común: su combinación, casi imperceptible gracias a la velocidad de sus transfiguraciones, entre fuerza de atracción y de repulsión, que hizo densos a muchos endebles personajes a quienes tuvo que dar vida. Esta combinación entre opuestos fue patrimonio de una actriz que, gracias a su prodigiosa técnica, era capaz de convertir una suplicante y casi ingenua llamada sentimental en una repentina y esquinada respuesta del sexo en forma de amenaza y de inminente peligro.

En esas y otras duplicidades hay que buscar la raíz de su inquietante fuerza.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_