Una pugna doméstica salpica a CDC

El escándalo político y financiero ocasionado por la querella presentada contra Arturo Suqué, presidente de Casinos de Cataluña (hoy Inverama) -holding que gestiona los tres casinos catalanes-, por Jaime Sentís, accionista y ex director financiero de la sociedad, es fruto de un enfrentamiento doméstico, el resultado de una historia de amor y desamor empresarial cuyo epílogo escribirán los tribunales.

Las distintas versiones disponibles sobre lo sucedido coinciden únicamente en señalar que Sentís optó por la vía judicial tras rechazar Suqué las pretensiones económicas de su oponente por la venta de su paquete minoritario de acciones de Casinos de Cataluña. Sentís planteó estas pretensiones "con una valoración desmesurada y en un tono de chantaje", según relató Suqué a este diario. Este episodio no pudo ser contrastado en todos, sus detalles con la parte contraria.Sentís ocupó cargos de res ponsabilidad en las empresas del grupo Casinos desde finales de los años setenta, fecha de su creación. El enfrentamiento en tre Suqué -que también preside Luditec, que gestiona las loterías de la Generalitat- y Sentís ¡nició su escalada hacia los juzgados el pasado 1 de septiembre, cuando el segundo dimitió como director financiero de Inverama.

,El pasado 14 de diciembre, tras ver rechazadas sus pretensiones económicás,-el ex director financiero de Inverama optó por romper la baraja y acudió a los tribunales. Allí, y en unos pocos folios, Sentís acusó a Suqué de distraer más de 2.000 millones de pesetas. Y, lo que es más grave, afirmó que parte de 1entregado, por vías fraudulentas, a Francesc Gordo y Albert Serra, miembros del aparato económico de Convergéncia Democrática (CDC), el partido que gobierna la Generalítat, que resultó así salpicado de una pelea no planteada por él.

Negociación infructuosa

Desde antes incluso de presentar su dimisión y hasta la presentación de la querella, los dos contendientes protagonizaron una dificil e infructuosa negociación. Sentís, que como los restantes altos cargos de Inverama es, además, accionista, quiso desvincularse totalmente de la sociedad y pidió a Suqué que comprara su participación. Pero algunos capítulos de la negociación estuvieron aderezados del tono conminatorio y la evaluación cuantitativa que han merecido en el relato de Suqué las gruesas calificaciones antes mencionadas, aunque en ese relato no han sido precisados los pormenores de en qué consistía la desmesura y el presunto chantaje.

Sentís optó entonces por denunciar un cúmulo de supuestas irregularidades en cuya comisión, como él mismo reconoce en la querella, tuvo una importante participación. "Para materializar el distraimiento del dinero", señala el documento presentado al juzgado, "el querellado se ha valido, entre otras personas, de los servicios de mi representado [por Sentís], el cual, por su condición de director financiero de Casinos de Cataluña SA, se encargaba de cumplimentar la mayor parte de los pagos, que en principio se presumían pertinentes, según las instrucciones del querellado, las que, estimando pertinentes, atendía". La querella no precisa, sin embargo, ni cuándo ni cómo se percató Sentís de que los mencionados pagos podían ser no pertinentes.

La querella tampoco aclara qué causas ocasionaron la dimisión de Sentís. Inverama, en cambio, sí ha hecho pública su tesis, en la que acusa a Sentís de apropiarse de una cantidad "muy importante" de dinero de la empresa. La dimisión de Sentís se produjo, según una nota difundida por Inverama el pasado jueves, después de iniciarse una auditoría de la sociedad, a cuya realización aquél puso trabas. Esta auditoría, .a pesar de la falta de documenÍos, que en parte fueron destruidos y en parte desaparecieron con la marcha del señor Sentís", precisa la nota, ha facilitado la base de una denuncia judicial contra el ex director comercial de la entidad, que fue presentada en el Juzgado de Guardia el pasado dia 10. La cantidad presuntamente defraudada por Sentís sumaría varios centenares de millones, según fuentes próximas a Inverama que se negaron a hacer público el contenido de la denuncia.