Irán y la Unión Soviética facilitarán el cruce de la frontera a los azeríes

Las autoridades del Azerbaiyán soviético, deseosas de poner fin a 10 días de disturbios en la frontera con Irán, se comprometieron ayer a facilitar el paso de personas entre ambos países. En el otro extremo de la URSS, en la república báltica de Lituania, los nacionalistas se disponen a recibir mañana en Vilna al líder del Kremlin, Mijaíl Gorbachov, con manifestaciones a favor de la independencia.

En Azerbaiyán, los líderes de esta república sureña garantizaron ayer todo tipo de facilidades para que los azeríes de ambos lados de la frontera, unidos en su mayoría por lazos familiares, puedan visitarse mutuamente. "La situación es similar a la existente entre las dos Alemanias", explicó telefónicamente a Reuter desde la región autónoma de Najichevan (enclavada en Armenia pero dependiente de Azerbaiyán) un funcionario del partido comunista local. Fue aquí donde los habitantes de la zona han destruido las vallas fronterizas a lo largo de 150 kilómetros durante los últimos días. "La gente ha de tener la oportunidad de recuperar sus lazos culturales y económicos con sus vecinos y de cultivar las tierras colindantes con la frontera".Por su parte, A. Dzhalilov, líder comunista de Najichevan, explicó a la agencia soviética Tass que las autoridades locales han pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores que analice el tema con sus homólogos iraníes, llegados el martes a Bakú, la capital azerí.

Mientras tanto, los nacionalistas lituanos han pasado a la ofensiva al convocar manifestaciones en pro de la independencia con motivo de la visita del presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov. Será la primera vez que un líder del Kremlin sea recibido con una manifestación a favor de la independencia de una república soviética. La misión fundamental de Gorbachov es intentar convencer a los comunistas locales de que renuncien a su propósito de independizarse del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).