Kohl y Mitterrand se cruzan mensajes opuestos en la RDA

ENVIADO ESPECIALEl canciller federal Helmut Kohl abandonó ayer la ciudad de Dresde, en la República Democrática Alemana (RDA), casi al mismo tiempo que el presidente francés, François Mitterrand, llegaba a Berlín Oriental en visita oficial. Mientras Kohl pedía la reunificación, asegurando que el futuro pacífico de Europa necesita que el pueblo alemán -"unos ciudadanos como cualesquiera otros"- vuelva a estar unido, Mitterrand llegaba con un mensaje completamente diferente, decidido a que se consolide el régimen de Hans Modrow.

En la mañana de su segunda jornada en Dresde, Kohl se entrevistó con los grupos oposito res de la RDA, entre los que se encontraban, entre otros, representantes de Nuevo Foro, Despertar Democrático (DA) y Democracia Ahora. El canciller, sin embargo, no quiso conversar con miembros del nuevo Partido Socialdemócrata (SDP), uno de cuyos dirigentes asistía en Berlín Occidental al congreso de sus correligionarios occidentales del SPD.Pese a que, por lo general, estos grupos opositores están en contra de la reunificación alemana, al menos a corto y medio plazo, todos quisieran dejar claro que el plan de confederación propuesto por Kohl respeta la soberanía de los dos Estados alemanes. El abogado Wolfgang Schnurr, del DA, indicó posteriormente que no se iba a tolerar 1a venta por liquidación" de la RDA.

Recibimiento apoteósico

Kohl se entrevistó también con el alcalde de Dresde, el actual secretario del partido comunista (SED-PSD), Wolfgang Berhofer, quien después de la entrevista reconoció que el apoteósico recibimiento dispensado a Kohl por los habitantes de su ciudad se hubiera repetido con igual intensidad en cualquier otro lugar de la RDA.

Berhofer, sin embargo, se apresuró a indicar que quienes aclamaron al canciller y pidieron la unidad alemana no representan más que una parte de la población y que hay otra parte, igualmente numerosa o más, que está en contra de una Alemania unida, al menos por el momento.

Antes de abandonar Dresde, Kohl concedió una última conferencia de prensa en la que repitió su tesis de que la RFA tiene que "caminar hacia la RDA".

Lo más difícil de conseguir, según el canciller, será la unidad monetaria entre las dos Alemanias, si bien el paso dado el martes al establecer una paridad de uno a tres entre las dos monedas es ya el primer escalón hacia la convertibilidad. De hecho, los expertos creen que la división de Alemania no se produjo realmente hasta que el ministro de Finanzas de la RFA, Ludwig Erhard estableció el nuevo marco y la zona de ocupación soviética se quedó al margen.

Poco después de que Kohl saliera de Dresde, el presidente francés, François Mitterrand, aterrizaba en el aeropuerto de Berlín Oriental en visita oficial que se fijó cuando el destituido Erich Honecker todavía controlaba el país.

La situación ha cambiado mucho, y Francia, el país que más irritadamente ha reaccionado ante el proceso desencadenado en Alemania, quiere ahora jugar su baza apoyando al Gobierno de Hans Modrow y avisando a Kohl de que no siga adelante con su plan de reunificación.

El canciller federal, sin embargo, y pese a verse forzado a hacer equilibrios, consiguió finalmente adelantarse a Mitterrand y oscurecer así en parte la visita del primer mandatario francés.