_
_
_
_
_
Crítica:'ROCK'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Nacida para correr

Está claro que Bruce Springsteen no tiene el monopolio de cantautores nacidos para correr. Esa raza de cronistas urbanos, amigos de narrar historias callejeras a ritmo de rock and roll, tiene en Melissa Etheridge una representante más que digna: no ofrece sorprendentes novedades ni en sus grabaciones ni en su puesta en escena, pero consigue hacer creíble un puñado de canciones encuadrables dentro de un género atemporal. No es un nuevo Bob Dylan, pero tampoco es una vulgar imitación de Tracy Chapman o Suzanne Vega.

La intérprete norteamericana regresó a Madrid sólo unos meses después de presentar su primer elepé en un concierto sorpresa minoritario y magnífico, de esos que crean una aureola mágica alrededor de los artistas poco conocidos. En su nueva visita, y para ofrecer los temas de su segundo álbum, se escogió una sala mucho más grande y cómoda, con un sonido superior y ante un público que sabía perfectamente la propuesta musical de Melissa. El resultado fue el esperado, y la cantante y su banda se movieron por el escenario de Jácara como pez en el agua.

Melissa Etheridge

Conjunto Solars Vortices. Director pianista: J. P. Dupuy. Soprano: S. Cooper. Obras de Boulez, De Pablo, Lefebvre y Berio. Auditorio Nacional. Sala de Cámara. 29 de noviembre.

Melissa Etheridge (voz y guitarra), Kevin McCormick (bajo), Mauricio Fritz Lewak (batería) y Bernie Larsen (guitarra)

Madrid, sala Jácara, martes 29 de diciembre.

"Una vez recorrimos América en coche, viajando de ciudad en ciudad, viviendo cada lugar...", rezaba la menuda guitarrista como introducción a uno de sus temas, recitando con la cadencia y el intimismo del más afectado Springsteen. Musicalmente el artista de Nueva Jersey es su mayor influencia y no puede evitar coincidir con él en su forma de componer, en su ritmo interpretativo y en la vigorosa forma de plantear el directo. La gran diferencia es la calidad de las canciones, puesto que la cantautora de Kansas apenas dispone de media docena de temas de impacto. Esta circunstancia la obliga a jugar con los arreglos de los temas, alargándolos hasta el aburrimiento en más de una ocasión.

Como cantante se muestra impecable, y durante las dos horas que dura su actuación logra combinar a la perfección los momentos dramáticos con los melancólicos; la profundidad de su voz recuerda a algunas cantantes norteamericanas para públicos adultos, tipo Bonny Tyler, y las teóricas similitudes con Janis Joplin no aparecieron por ningún lado. Apoyándose en tres músicos magníficos, tocando muy bien la guitarra y cantando con convicción, Melissa Etheridge se confirmó como una alternativa dentro del nuevo rock femenino.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_