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HACÍA UNA NUEVA EUROPA

La 'glasnost', en el tapete

Enconada lucha por el control de la Prensa soviética

Pilar Bonet

Una enconada lucha por el control de los medios de comunicación de la URSS, que actualmente dejan pingües beneficios en las arcas del partido comunista, además de asegurar su papel hegemónico, rodea la ley de Prensa, que hoy será debatida por el Soviet Supremo o Parlamento soviético.Dos inesperadas enmiendas de última hora en un borrador que era el orgullo de los sectores reformistas han sembrado la inquietud entre los partidarios de la libertad de prensa en la Unión Soviética en vísperas de unas elecciones municipales y republicanas que prometen ser reñidas y poner a prueba la resistencia del PCUS a la escisión abierta.

Una de las enmiendas en cuestión elimina el derecho de los ciudadanos de la URSS a fundar medios de información en pie de igualdad con las organizaciones estatales, sociales, religiosas, cooperativas y creativas. Este derecho, recogido en el borrador inicial, supone en teoría la posibilidad de fundar medios de comunicación privados.

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Otra enmienda ha retocado el artículo que protegía la actividad profesional de los medios de comunicación ante las injerencías de las instituciones y departamentos para establecer que la entidad editora mantiene el derecho a inmiscuirse en las actividades de los medios de su propiedad.

De aprobarse tal artículo, en cualquiera de sus dos variantes, clarificaría el actual estado de cosas para VIadislav Starkov, el director de Argumenti i Fakti, la revista de mayor tirada de la URSS, con una suscripción récord de más de 31 millones de ejemplares para 1990.

Starkov, que es presionado para que dimita por parte de las altas instancias del PCUS, sólo respondería de su actividad ante la sociedad Znanie (Conocimiento), editora de la revista, pero no ante el líder, Mijail Gorbachov, y el responsable de ideología, Vadim Medvedev, que han censurado su labor. Varios directores de publicaciones soviéticas, además de Starkov, se encuentran hoy en una situación delicada e indefinida en espera de que la ley de Prensa regule su actividad.

Embriaguez de libertad

Vadim Medvedev, miembro del Politburó y secretario del Comité Central del PCUS, ha atacado a quienes, a su juicio, utilizan la glasnost contra el socialismo, ha afirmado que existe una "embriaguez" de libertad de prensa, y se ha quejado de que las publicaciones "informales" proliferan "como setas". El responsable de ideología se expresaba así el viernes ante el Soviet Supremo al defender las modificaciones restrictivas de la ley de Prensa.

Tales modificaciones "reducen a la nada" los principios de libertad de Prensa y desaparición de la censura expresados en la ley, según dijo el diputado Nikolai Fiodorov, uno de los redactores del proyecto enmendado. Fiodorov denunció presiones por parte de los responsables de ideología del Comité Central del PCUS en el sentido de las dos enmiendas introducidas. Georgi Shajnazarov, uno de los asesores de Gorbachov, fue el encargado de presentar el proyecto modificado de la ley ante el Parlamento.

El grueso de los medios de comunicación se vende por suscripción. Los resultados de la campaña para 1990 demuestran que la Prensa directamente subordinada al PCUS ha perdido lectores, comenzando por el diario Pravda, cuya tirada ha bajado desde los 9,7 millones de ejemplares en 1989 a los 6,4 millones para 1990. El récord de la Prensa diaria corresponde a Komsomolskaia Pravda, que pasa de los 17 millones de ejemplares a más de 20 millones y adelanta así a Trud, el periódico de los sindicatos. Komsomolskaia Pravda ha seguido el destino opuesto a la organización que representa oficialmente, el Komsomol (Juventudes Comunistas Soviéticas), que ha perdido 10 millones de afiliados en los últimos años. El periódico ha sabido evitar un destino análogo con una información más abierta que el resto de la Prensa diaria sobre temas como conflictos nacionales y huelgas, dos de los puntos sensibles de la glasnost.

Los reportajes de una corresponsal en las minas de Vorkutá le han valido a Komsomolskaia Pravda una felicitación de los mineros de la región que el director del periódico, VIadislav Fronin, valora especialmente.

Komsomolskaia Pravda proporciona unos beneficios de 23 millones de rublos anuales al comité central del Komsomol, lo que supone un tercio de los beneficios totales, según Fronin. El resto, mayoritariamente, es administrado por el PCUS para programas a la juventud. La clave de la situación, que deja pocos fondos para los salarios de los periodistas, está en que la imprenta de Komsomolskaia Pravda y la de los principales medios de comunicación es propiedad del PCUS.

Tras la lucha por el control de los medios de comunicación están las próximas elecciones republicanas y locales. Medios reformistas creen advertir un contraataque conservador protagonizado por la organización del partido en Leningrado. Boris Guidaspov, el jefe del PCUS en la región y el municipio de Leningrado, parece haberse alineado con estos sectores, a juzgar por un mitin, la semana pasada, en el que se pidió rendimiento de cuentas a los miembros del Politburó y se atacó a Gorbachov. Guidaspov ha encontrado una plataforma para sus ideas contrarias a la colaboración con la oposición reformista en el diario Sovietskaia Rossia, considerado hoy como el órgano de los sectores conservadores del PCUS y que ha disminuido su número de suscritores de 4,2 millones a algo más de 3 millones.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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