El desgarro de Francis Bacon
58 cuadros del pintor británico inician una gira por Estados Unidos
Un total de 58 cuadros desgarradores del artista británico Francis Bacon componen la retrospectiva que se exhibe en el Museo Hirshhorn de Washington hasta el próximo 7 de enero. La exposición, que posteriormente se presentará en Los Ángeles y Nueva York, coincide con el 80º aniversario del artista. Bacon se ha negado a viajar a EE UU para presenciar personalmente este montaje, a pesar de que se considera como "la muestra más amplia de cuantas se han presentado en este país sobre su especial concepción artística", según los organizadores.
La exposición de Washington es una extensa selección de 58 trabajos de Bacon que reúne cuadros llegados de Europa, Japón, Australia, Suramérica y EE UU y que abarca la vida artística de Bacon desde 1945. Después de su clausura en el Hirshhorn, la exposición Francis Bacon se montará en el County Museum de Los Ángeles -desde el 11 de febrero al 29 de abril-, para posteriormente presentarse en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York -desde el 31 de mayo al 28 de agosto- Su última exposición en Estados Unidos fue en 1975, en el Metropolitan de Nueva York.La muestra Francis Bacon sirve para comprobar claramente: el especial y autodidacta estilo del artista británico, considerado el mejor pintor de la generación surgida de las cenizas de la II Guerra Mundial. Sus cuadros demuestran una expresión y un estilo penetrantemente psicológico. Los cuadros hacen un repaso a la visión de Bacon sobre la religión, la literatura y su distorsinada idea del hombre, al que suele representar con figuras desagarradas, mutiladas o enloquecidas por el claustrofóbico espacio en el que convierte sus lienzos.
Bacon nació en Dublín el 28 de octubre de 1909, y comenzó a dedicarse a la pintura en los años treinta. Después de destruir con sus propias manos la mayor parte de su producción -"la que no servía", ha declarado-, experimentó un cambio radical en su idea de lo que es la pintura en 1944, a la edad de 35 años. Tras haber olvidado por completo su trabajo de diseñador de muebles, Bacon compuso ese año su famosa trilogía sobre la Crucifixión, que no ha viajado a Estados Unidos.
Sus imágenes de seres mitad hombres mitad animales provocaron estremecimiento en el Londres de los cuarenta. Su arte, sin embargo, cuajó de inmediato entre los círculos más vanguardistas. La influencia de Van Gogh, Velázquez, Goya, Picasso y del cine asta -soviético Eisenstein y el español Luis Buñuel aparecen en algunas de las piezas colgadas en las paredes del Hirshhorn.
Angustia
La exhibición, que cautiva e incluso asusta a algunos de sus visitantes, demuestra palpablemente que Bacon refleja el sentimiento de la angustia como ningún otro artista.Sus trípticos, una de las obsesiones de Bacon y base de la mayor parte de sus producciones, aparecen expuestos en Francis Bacon. Durante esta gira americana se podrán ver Tres estudios para una crucifixión (1962), el Tríptico inspirado en el poema de T S. Elliot 'Agonias atrofiadas' (1967), Tres estudios para un autorretrato (1983) o el Estudio para un autorretrato (1985-1986). Se trata de cuadros independientes que Bacon ha compuesto utilizando la paleta y a veces sus propias manos. El resto de la exposición ofrece algunas de sus últimas creaciones, en las que aparecen varios autorretratos o imágenes que corresponden a sus más íntimos amigos. Es espectacular su obra Chorro de agua (1988) o su ya celebradísima Segunda versión del tríptico de 1944 (1988).
El pintor, descendiente del filósofo del siglo XVI Francis Bacon, no viajará a EE UU. Según sus representantes, "no desea moverse de Londres", donde estos días se le ve frecuentando el Soho o entrando y saliendo de su estudio, situado en un mews de Kensington, aunque últimamente le encanta visitar las mansiones de algunos de sus aristocráticos clientes.
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