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La sentencia por las transfusiones con SIDA es injusta, afirma un afectado de Bellvitge

Blanca Cia

Uno de los afectados por las transfusiones de sangre con virus del SIDA en la residencia de Bellvitge, en Barcelona, siguió el transcurso del juicio y de la sentencia desde su domicilio, en Palma de Mallorca. "No quise venir y no me arrepiento", contaba a este periódico en la puerta de la fiscalía de Barcelona. "He venido a hablar con el fiscal, José María Mena, para comentar la sentencia. El fallo del tribunal no es justo", afirma.

"Yo les impondría -en referencia a los médicos del hospital- otra condena, ser portadores del virus del SIDA . Así conocerían de cerca la angustia de observar las reacciones de su cuerpo contínuamente. La Audiencia de Barcelona condenó al ex director médico del centro, Josep María Capdevila, y a la responsable del banco de sangre, Carme Ferran, a seis meses de prisión y siete de arresto. La pena para el ex ge rente de Bellvitge, Fortunato Frías, fue de seis meses de prisión y dos de arresto. Todos ellos fueron condenados por omitir la obligación del hospital de hacer la analítica de SIDA en la sangre. Como re sultado de la negligencia, dos pacientes de Bellvitge son portadores del virus del SIDA.

Sin trabajo

Uno de ellos reside en Palma de Mallorca. Tiene 42 años y actualmente no trabaja, aunque antes era pintor. Vino a Barcelona el 18 de diciembre de 1986 para ser operado en el hospital de Bellvitge de un recambio valvular aórtico. Des de entonces es portador."A partir de esa fecha todo ha cambiado. En los últimos tres años he ido perdiendo amigos, a medida de que se en teraban de que era portador del virus", explica. El paciente comenta que en una población relativamente pequeña, como Palma, "las noticias vuelan" "He estado a punto de suicidarme en dos ocasiones pero todavía tengo la esperanza de ser uno de los afortunados que no llegan a desarrollar la enfermedad". Comenta que sigue atentamente todas las noticias relativas a nuevos tratamientos médicos para el SIDA, "lo que a veces me da ánimos ".

Otra de las preocupaciones de este hombre es que su familia, que no vive en Palma, no se entere de lo que le ha ocurrido. "Lo conseguí con mi padre y mi madre porque fallecieron en estos dos últimos años y nunca supieron nada", matiza. El paciente afirma que se encuentra bien y que, de hecho, no ha tenido ningún síntoma del SIDA.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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