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La SWAPO gana, pero no arrasa en Namibia

La SWAPO, la organización que luchó con las armas contra la ocupación surafricana en Namibia, alcanzó la victoria en las pasadas elecciones de la última colonia africana, aunque no un triunfo rotundo. Según los resultados finales, los votos de la SWAPO alcanzaron el 57,321%. La satisfacción reinaba ayer en los cuarteles generales de la DTA, su principal rival, que con el 28,55% de los votos se sitúa como segundo partido y cumple su objetivo: arrebatar a la SWAPO la mayoría absoluta de dos tercios en la nueva Asamblea Constituyente.

Cantos, bailes al son de canciones políticas con ritmo africano, manifestaciones a lo largo de la carretera, puños cerrados en alto y gritos que vibraban desde las casas de uralita de los barrios negros. Oshakati, la capital de la lprovincia de Ovambo, era toda una fiesta ayer en honor de la victoria electoral de la SWAPO.Desde primera hora de la mañana, los helicópteros surafricanos estacionados en Ondangua, efectuaron vuelos rasantes sobre dicha ciudad y la de Oshakati para mantener vigilada la situación. No hubo incidentes, excepto el apaleamiento por parte de seguidores de DTA de dos adolescentes militantes de la SWAPO, que no sufrieron heridas graves. La SWAPO dio consignas firmes a sus gentes para que no respondieran a eventuales, provocaciones y las manifestaciones se desarrollaron con alegría y sosiego. Por la carretera que une Ondangua y Oshakati, donde vive la mayor parte de la población negra en kaals (recintos con casas de paja y barro), desfilaron coches, furgonetas, camiones y bicicletas ondeando banderas de su partido.

Fueron los votos de la provincia de Ovambo los que permitieron a la SWAPO remontar la desventaja que llevaba en los resultados que fueron haciéndose públicos a lo largo de la noche. "Ahora todos los problemas están resueltos; no puedo explicar con palabras mis sentimientos después de tantos años de espera", explicaba ayer Marta, una joven ovambo militante de la SWAPO que, como casi todo el mundo aquí, había pasado la noche en vela pendiente de la radio. Vestida de los pies a la cabeza con los colores azul, verde y rojo de la bandera de su partido, reconoce: "Estuvimos todos muy preocupados; hubo un momento en que parecía incluso que íbamos a perder las elecciones".

Eran las 10 de la mañana en Oshakati y empezaban a difundirse los resultados de las votaciones en Windhock y Ovambo, los únicos lugares en que faltaba el recuento.

Plazas fuertes

Ambos lugares son las dos plazas fuertes de la SWAPO. Sin embargo, la frustración se apoderó de la gente de la SWAPO cuando escucharon que incluso en la capital namibia, donde viven unos 10.0.000 del escaso millón y medio de habitantes que tiene el país, la diferencia a favor dee la SWAPO era apenas de 9.000 votos.Por fin, en Ovambo, se cumplieron las previsiones y la SWAPO tomó distancia de la DTA gracias al 84% de papeletas recogidas aquí. De esta provincia precede el 50% de la población namibia y más de un tercio de los 701.483 inscritos en el censo electoral elaborado en los últimos meses con la supervisión de la ONU. La mayor parte de ellos son ovambos, tribu a, la que también pertenece Sam Nujoma, líder de la SWAPO.

Varias razones han concurrido para que la SWAPO no lograra más que la mayoría simple en la Asamblea Constituyente. Este cuerpo legislativo deberá elaborar la Constitución que regirá la Namibia que, a partir del 1 de abril, se independizará de Suráfrica. En primer lugar, el analfabetismo que afecta al 80% de la población adulta y que dificultó a muchos militantes de SWAPO marcar su voto en la papeleta correcta. Además, hay que tener en cuenta el desprestigio que ha supuesto para el movimiento de liberación los testimonios de varios de sus ex militantes, que tras su vuelta a Namibia el pasado abril, denunciaron torturas y malos tratos en los campos de refugiados de SWAPO en Angola, Zambia y Tanzania.

En este sentido, la organización de padres de desaparecidos ha seguido denunciando hasta el último día de la campaña electoral la existencia aún de detenidos en dichos campos, por discrepancias ideológicas internas. Un informe elaborado a raíz de una investigación de la ONU se limita por su parte a citar 300 desaparecidos. La mayor parte de las denuncias afirman que las víctimas fueron militantes no ovambos que se adhirieron a la SWAPO.

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