El Festival de Cine de Montpellier premia una película argelina y una turca
El filme argelino Louss, de Mohamed Rachid Benhadj, merecedor del premio creado por la revista Le Nouvel Observateur, dotado con casi tres millones de pesetas en concepto de espacio publicitario, y la película turca Sis (La niebla), de Zülfü Livanelli, ganadora de la Antígona de oro y de una ayuda en metálico para quien la distribuya en el mercado francés, son las obras triunfadoras de la undécima edición -primera competitiva- del Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier (Francia).
El festival, que acogía varias secciones y entre ellas una retrospectiva dedicada a Fernando Fernán Gómez, no ha podido incluir, entre las películas seleccionadas para la competición oficial, ninguna producción española. La organización ha lamentado que fuese así pero ha declinado toda responsabilidad explicando la situación a partir de la falta de voluntad colaboradora del Ministerio de Cultura español, según parece motivada por un deseo de conceder la exclusividad de la promoción del cine español a una semana de proyecciones que tendrá lugar próximamente en París.
Dimensión poética
El nivel medio de los filmes a competición ha sido bajo pero ha testimoniado una gran diversidad y riqueza cultural. Louss es una cinta con una cierta dimensión poética y que presenta el desierto de manera original. Sis tiene como principal mérito recrear Estambul en imágenes inquietantes y bellas, convertir la ciudad en un espacio digno del mejor cine negro. El italiano Marco Risi ha sorprendido con Mary per sempre, una curiosa y hábil resurrección de los postulados neorealistas hermanados a las convenciones del cine político. Su compatriota Giuseppe Bertolucci ha sido seleccionado por AmorI in corso, una buena comedia sobre la relación de amor y competitividad entre dos mujeres que sólo falla por una utilización equivocada de la voz en off. El cine francés ha estado representado por Montalvo et l´enfant, de Claude Maurieras, un experimento de excesivo metraje, y Yugoslavia por dos títulos, uno de ellos -Sabirni centar- una divertida farsa en la que conviven muertos y vivos.Un notable interés informativo y espíritu crítico caracteriza Layali Ibn Awa, una muy rudimentaria película siria sobre la familia patriarcal, familia que se erige en metonimia del poder político del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.