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Anoeta se desbordó contra el miedo

El concierto en solidaridad con Imanol desbordó las más optimistas previsiones

Aurora Intxausti

"Todos somos el Imanol de las paredes". Bajo este epígrafe, 150 folios con firmas en las dos caras recogían la solidaridad y el compromiso de miles de personas, comprometidas con la paz, la libertad y la tolerancia, y que ayer hicieron pequeño el recinto en el que Herri Batasuna ha medido en numerosas ocasiones su poder de convocatoria: el polideportivo de Anoeta, en San Sebastián. Sólo que esta vez el lugar reunía a ciudadanos de la comunidad vasca y de otros puntos de España que quisieron expresar su solidaridad con el cantante Imanol, amenazado de muerte por ETA.Los folios con las firmas fueron entregados después de otro acto no menos emotivo. Cantantes llegados a San Sebastián de toda España unieron sus voces en Anoeta a las de millares de vascos, y el mítico poema de Rafael Alberti, canto de lucha contra el franquismo, se volvió esta vez contra ETA: "A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar".

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Voces de toda España contra el miedo

El concierto, celebrado a últimas horas del domingo, fue, quizá, la mayor muestra de respulsa hacia la intolerancia que esta organización terrorista demuestra contra todo aquel que no piensa como ella.La cantante Elisa Serna, tras la intervención de bertsolaris, inició el concierto poco después de las ocho de la tarde. En ese momento y ante la gran avalancha de público asistente, la organización se vio en la necesidad de cerrar las puertas del recinto. A medida que el calor inundaba el lugar, el concierto fue adquiriendo la tonalidad de los que en la época de la transición se celebraron en todos los lugares de España reclamando libertad.

Doce años después, en la Euskadi democrática, los ciudadanos se reunieron para, al son de las antiguas canciones como Al alba, o Gracias a la vida, decir a los violentos que a pesar de las amenazas: "Todos estamos contra el miedo" y a favor de la tolerancia.

Las mismas armas

De los comentarios recogidos entre el público, el más común se refería a que el pueblo y sus cantautores estaban utilizando contra los terroristas las mismas armas que ese mismo pueblo y esos mismos cantautores utilizaron contra el franquismo.

Tras la actuación de Luis Pastor, José Antonio Labordeta, antiguo profesor que dejó la enseñanza para cantar a la libertad, entonó el 'habrá un día en que todos al levantar la vista veamos una tierra en que ponga libertad...". Momento en el que se encendieron miles de llamas, sostenidas per un público emocionado que alumbró el recinto.

Tras la intervención de Gorka Knörr, cantautor vasco, la presentadora hizo referencia a las múltiples muestras de solidaridlad recibidas, entre las que cabe destacar el telegrama remitido por Kepa Korta, alcalde de Ordizia, localidad en el que fue asesinada Yoyes, una muerte a raíz de la cual el cantante Imanol llevó a cabo una profunda reflexión y le hace participar en un homenaje por esta mujer asesinada por ETA. Otras de las muestras recibidas fue la del alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagun, y la de la Sociedad General de Autores.

Tras ese paréntesis, un Joaquín Sabina entregado hizo vibrar al público cuando aseguró que: "Mi única patria es la canción, mis únicos camaradas son mis amigos y mi única bandera es la vida". Pi de la Serra, antes de entonar su balada en catalán, manifestó con voz emocionada que: "C reía que la solidaridad estaba pasada de moda hasta que he venido aquí". Fue entonces cuando se leyó un telegrama en el que Juan Manuel Serrat, que firmaba como el Socio, se solidarizaba con Imanol. Tras ello actuaron otros amigos y compañeros del cantautor vasco como Rosa León, que con un magnífico Al alba, acompañada de su autor, Luis Eduardo Aute, supo cantar a la sensibilidad que el público venía demostrando.

A éstas siguieron actuaciones como la de la cantante Amaya Uranga o la de Enrique Morente, quienes dieron paso a Imanol, instante en el que el público en pie aplaudió durante varios minutos al cantautor amenazado.

Allí también estaban el vallecano Luis Pastor, el compositor y guitarrista Luis Mendo, Paco Guerrero, Paco Ibáñez..., y ello sólo suponía los que pudieron desplazarse a San Sebastián.

En opinión, de los responsables municipales, organizadores del concierto, éste ha supuesto " el acto más masivo y unitario que se ha celebrado en San Sebastián a favor de la tolerancia y de la libertad". Sin embargo, en este concierto existían una serie de elementos que le diferenciaban de cualquier otra manifestación en contra, de la violencia de las que se han protagonizado en Euskadi o fuera de esta tierra y es que los hombres y mujeres de la cultura no están solos y se notó la solidaridad del resto de España.

Desde el inicio se pidió disculpas a los asistentes por la precipitada organización de este acto y por la improvisación de todos los detalles. El concierto fue gratuito para los asistentes, incluso las empresas de los equipos de música y las luces lo habían hecho de forma gratuita. Así los cantantes que participaron en este concierto veían improvisados camerinos en los pasillos del polideportivo, teniendo que afinar las guitarras o poner a tono la voz mientras se encontraban con periodistas a los que hacían declaraciones.

Y los que no estuvieron

El concierto finalizó con un fuerte aplauso de todo el público puesto en pie, mientras en el escenario se encontraban todos los cantantes que habían participado en el acto. El cruce de aplausos encendió las luces, dándose por finalizado el concierto.

Otros artistas que por diferentes razones no han podido acudir al festival celebrado anoche, pero que han hecho llegar su incondicional apoyo a favor de Imanol son Miguel Ríos, Víctor Manuel, Lluis Llach, Joxe Maria eta Mikell, Ruper Ordorika, Georges Moustaki, Annton Valverde, Xabier Lete y Lourdes Iriondo.

Además de ellos, cerca de doscientas personas, entre las que se encuentran escritores, poetas, artistas, periodistas, filósofos, entre otros, firmaron el pasado viernes un manifiesto a través del cual se definían como defensores de la libertad de expresión y creación al mismo tiempo que manifestaban su solidaridad con el cantante vasco amenazado.

Libertad, tolerancia y vida

Libertad, tolerancia y vida fueron las tres palabras que con mayor frecuencia sonaron a lo largo de las dos horas y media que duró el concierto, en el que todos los asistentes estaban contra el miedo y en el que cada uno de ellos pedía a ETA, con su silencio, a veces, o con su tarareo, en otras, el abandono de la intolerancia y el respeto al pensamiento y a la vida. Por primera vez a través de la música, en Euskadi se ha dicho: "¡basta ya!", a los que emplean el terror.En la mente de todos los presentes estaba la multitudinaria manifestación silenciosa que el pasado 18 de marzo se celebró en las; calles de Bilbao, en esta ocasión bajo un lema bien distinto: "Paz, ahora y para siempre". Una manifestación en la que los participantes mostraron su fuerte rechazo y repulsa a los terroristas.

Aquel lema, a partir del concierto de Anoeta, ha tomado música y se ha enriquecido con las letras de las canciones de hombres y mujeres que a lo largo de muchos años han dedicado parte de su vida a luchar por la libertad. Lo hicieron durante la dictadura, poco antes de la transición, y lo hacen ahora en Euskadi, cuando ya existe democracia.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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