Cultura estudia una profunda e "inaplazable" reestructuración de la Orquesta Nacional

El Ministerio de Cultura estudia una profunda reestructuración administrativa y general de la Orquesta Nacional de España (ONE), según señalaron ayer fuentes de¡ citado departamento. El anuncio de esta reestructuración "inaplazable" está contenido, además, en las líneas finales del comunicado que anteayer hizo público el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), en el que se especifica que la negativa de los músicos a aceptar al compositor Cristóbal Halffier como director artístico "obligará a una revisión en profundidad no sólo sobre los criterios aplicables en el nombramiento de la futura dirección, sino sobre la propia estructura y funcionamiento de la ON E".

El director general del INAEM, Adolfo Marsillach, afirmó ayer a este periódico: "Algo habrá que hacer, en efecto. Estamos en un compás de espera ahora, pero lo vamos a hacer". Marsillach consideró "grave como símbolo" la actitud de los músicos.Por su parte, Máximo Fariñas, inspector de la ONE, dijo ayer: "Los músicos ya no tenemos nada que decir, de momento. Se ha requerido una información de la orquesta y ésta ha sido dada. Y ya está". El resultado de la votación realizada el miércoles entre los músicos fue de 97 votos en contra de Halffter como director artístico, uno a favor y varios en blanco, en una plantilla de unos 120.

Marsillach aseguró que tanto el Ministerio como el propio Halffter, que no quiere hacer declaraciones, han reaccionado con tranquilidad ante la crisis, y en el caso de Halffier el responsable del INAEM señaló que había mostrado una actitud "muy elegante".

La reestructuración de la ONE, cuyo planteamiento se desconoce aún, pasaría por una revisión del reglamento, que data de septiembre de 1982. En marzo se anunció la creación de un comité asesor internacional para estudiar unas reformas en las que, entre otras cosas' se trataría posiblemente de flexibilizar la estricta organización funcionarial de la orquesta -sus miembros son funcionarios públicos- en cuanto a la incorporación de profesores. Por otra parte, las duras condiciones del reglamento para la entrada de extranjeros en la orquesta -un 10%. máximo- se contradicen con la normativa comunitaria.

Titular o artístico

El director general del INAEM señaló a EL PAÍS: "Me da la impresión de que los músicos no han entendido la propuesta que yo había hecho: el Ministerio de Cultura no quería que la figura de Halffter fuera la de director titular, en sentido estricto, sino que pretendíamos situar al frente de la ONE a una persona que fuera capaz de imprimir una determinada filosofía al trabajo de ese conjunto. En definitiva, pretendíamos que la que era una situación temporal, puesto que Halffier ya es director de la música del siglo XX de la ONE, se convirtiera en una relación estable. 0 no lo han entendido o han querido interpretar otra cosa".

Los intérpretes de la ONE no volverán a reunirse hasta el próximo martes, debido a la cancelación, por enfermedad del director invitado Víctor Pablo Pérez, de los conciertos previstos para el fin de semana. Fuentes de la orquesta han señalado que la postura contraria a Halffier se basa, como ya habían comunicado al Ministerio comisionados de la agrupación, en su convencimiento de que éste es un compositor y no tanto un director. El otro director invitado de la ONE, Walter Weller, que Marsillach propuso como director asociado en la misma candidatura que Halffter, está mejor visto entre los profesores. Estas mismas fuentes señalaron que en sectores de la orquesta existe un estado de ánimo que culpa a la Administración de intentos para desacreditar a los músicos y de no fomentar la publicidad para que los conciertos de la ONE en el Auditorio Nacional dejen de presentar butacas vacías.

Ayer hizo un año de la renuncia de Jesús López Cobos al frente de la agrupación, que este director basó en dos motivos principales: el hecho de que la ONE tuviera vacantes 25 plazas que no se han podido cubrir con instrumentistas españoles -el 10% que permite el reglamento está cubierto-, la excesiva burocracia en el funcionamiento interno de la ONE. También se refirió entonces a la falta de armonía necesaria, ya que sectores de la orquesta actuaron en su contra.

Adolfo Marsillach señaló que tiene la impresión de que en la reacción de los músicos "ha tenido que funcionar un problema de temores, de miedos, de comodidad más o menos en peligro".

Sobre la actitud de los componentes de la orquesta como gremio, Marsillach dice: "Creo que el gremialismo es nefasto y más en estas actividades artísticas porque reduce las posibilidades de gestión y de imaginación". "Además", añade, "aún me parece más grave como símbolo que como hecho en sí mismo porque afecta a todo un proceso de organización de la infraestructura cultural. Lo que ocurre es que la solución de lo que se ha planteado con la ONE desborda los propios límites de este problema".

Con respecto a la solución a la que apunta Adolfo Marsillach éste señaló que "se tomarán decisiones, aunque no hay un plazo fijo para ello: esta no es la declaración de la renta".