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Nicaragua tiene indicios de que EE UU normalizará relaciones tras los comicios

Antonio Caño

El Gobierno sandinista tiene "indicios", extraídos de "conversaciones aisladas" de que EE UU enviará un embajador a Managua y reanudará relaciones después de las elecciones presidenciales del próximo febrero, según el ministro del Interior, Tomás Borge. El dirigente aseguró que será totalmente imposible que el Gobierno lleve a cabo un fraude electoral.

"La arrogancia del imperio es imprevisible", dijo el comandante Borge en México en una conversación con EL PAÍS. "No obstante, es de suponer que una vez conformado el nuevo Gobierno, habrá mayor apertura de parte del presidente George Bush y se reanudará el intercambio de embajadores. Y, aunque no esperamos una luna de miel, sí confiamos en una relación más respetuosa". El ministro añadió que, como fruto de "deducciones, indicios y conversaciones aisladas, se sabe que, una vez que se produzca la elección, se va a enviar a Managua un embajador norteamericano".Estados Unidos y Nicaragua mantienen relaciones al mínimo nivel diplomático desde que la Administración norteamericana retiró en 1988 a su embajador en Managua. Medios de prensa estadounidenses publicaron recientemente que ambos Gobiernos habían intercambiado cartas en las que se mencionaba la posibilidad de restablecer relaciones plenas.

Borge manifestó que, pese a haber creado previamente un clima propenso a las denuncias de fraude, la Administración norteamericana terminará reconociendo que las elecciones del 25 de febrero "serCaminar desnudo

"El Frente Sandinista", dice Borge, "camina desnudo por las calles de Managua frente a la presencia de centenares, quizá miles, de observadores. Esto significa que si tenemos algún lunar oculto, con toda seguridad va a ser descubierto; esto significa que no -podemos hacer nada que vaya en perjuicio de la diáfana conducta electoral nicaragüense". "Si hay alguna elección", insiste, "donde no es posible un fraude es en Nicaragua. Será imposible realizar una elección que no sea obviamente correcta",.

Borge cree "con absoluta seguridad" que el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ganará las elecciones con un margen que oscilará entre el 60% y el 70% de los votos emitidos. Se han registrado para los comicios alrededor de 1.300.000 personas, por lo que, contando con una abstención de un 30%, aproximadamente, el FSLN necesita medio millón de votantes para obtener la victoria. Esa cantidad puede conseguirse, según el ministro del Interior, . sólo con los votos de los militantes activos del FSLN".

"No es posible", afirma, que el pueblo de Nicaragua dé la espalda a la revolución. No se ha conocido caso, más que por aberración patológica, de que una madre asesine a su propio hijo". Por esta razón, según el comandante sandinista, "no entra en los cálculos del Frente Sandinista una victoria de la oposición (cuyo principal candidato es Violeta Chamorro)". "Eso sería un retroceso al medioevo, sería el regreso a las cavernas", declara.

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El ministro del Interior, Tomás Borge, considera que la principal amenaza contra los sandinistas en este proceso electoral será el malestar existente por la aguda crisis económica que vive el país, pero espera que "el pueblo, que está altamente politizado, comprenda la crisis".

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