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El acuerdo de paz en Líbano, pendiente del refrendo constitucional en Beirut

Ángeles Espinosa

Los diputados libaneses, apenas concluido el arduo acuerdo de reconciliación nacional, se enfrentan desde ayer a nuevas y más complejas dificultades. Su trabajo de los 24 días pasados en Taif (Arabia Saudi) para refrendar constitucionalmente el pacto.

Con los sectores más radicales del bloque cristiano y musulmán en contra, el camino a Villa Mansur, la sede de la Cámara, se presenta lleno de obstáculos. Los parlamentarios regresan además a casa en medio de amenazas de muerte y acusaciones de traición."Todo depende a partir de ahora de la rapidez con que pueda reunirse la Asamblea en Beirut para respaldar el acuerdo y elegir un jefe del Estado. Pero primero habrá que ejercer presiones suficientes sobre quienes pueden impedir este encuentro, y eso puede llevar tiempo", confiaba ayer a la agencia de noticias France Presse un diputado musulmán. Los cristianos, imbuidos de una prudencia aún mayor, se negaron a hacer declaraciones o a comentar el rechazo al acuerdo del general Michel Aoun, jefe del Gabinete militar del sector cristiano.

"Batalla honorable"

"Si el pueblo me sigue, haré frente a ese acuerdo. Si lo aprueba y quiere seguir a los diputados, renunciaré a dirigirle por la vía del deshonor", manifestó el general Aún en la noche del domingo al lunes, tras conocer la decisión de los representantes libaneses reunidos en Taif. Aoun, que en septiembre de 1988 accedió de forma provisional a la jefatura del Gobierno, ve en el pacto logrado en esa ciudad saudí una legalización del "crimen de la presencia siria en Líbano". "Si tengo que perder Líbano, lo haré en una batalla honorable, no por la firma de un documento", aseguró para precisar después que no contemplaba el regreso a los combates.Aoun, cuyo nombramiento como primer ministro fue contestado desde el inicio por los aliados libaneses de Damasco, se enzarzó el pasado marzo en una guerra de liberación contra la presencia siria en Líbano. Las refriegas y duelos artilleros subsiguientes hicieron revivir durante seis meses a la población las peores fases del conflicto civil que padece el país desde hace 14 años. Su repentina declaración de un alto el fuego unilateral el pasado 23 de septiembre, permitió al triunvirato mediador de la Liga Árabe, integrado por Arabia Saudí, Argelia y Marruecos, iniciar sus trabajos en pro del diálogo.

[El primer ministro musulmán de Líbano, apoyado por Siria, dijo ayer que sería un suicidio rechazar el plan de paz acordado, informa la agencia Reuter. "No encontramos un sustituto a lo que se ha acordado, excepto el suicidio. Nadie tiene derecho a tomar una decisión suicida en contra del pueblo", declaró el primer ministro, Selim Hoss.]

[El líder de las milicias drusas en Líbano, Walid Jumblat, calificó, por su parte, el pacto de Taif como un "acuerdo tonto", informa Reuter. Jumblat ha combatido a las tropas cristianas maronitas del general Michel Aoun durante los seis primeros meses del año].

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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