Los vendelores de Santa Ana montaron sus puestos vigilados por la Policía Municipal

El mercadillo de la plaza de Santa Ana volvió a funcionar ayer, aunque bajo el temor de que se reprodujeran los incidentes de los dos sábados anteriores. La Policía Municipal montó un fuerte dispositivo de vigilancia y llegó a advertir a los comerciantes que la actividad que realizaban no era legal. No obstante, los vendedores se negaron a marcharse y montaron 41 puestos. Gines Meléndez, ex concejal socialista del distrito Centro, señaló que el equipo de centro-derecha "ha dado marcha atrás en su postura de impedir que se instale el mercadill". José María Álvarez del Manzano, tercer teniente de alcalde, rechazó tal posibilidad.

La Policía Municipal apenas hizo acto de presencia en la plaza de Santa Ana. No obstante, todos los accesos estuvieron fuertemente custodiados por efectivos del citado cuerpo. A partir de la seis de la tarde, cuando se instalaron los primeros puestos de venta, los agentes tomaron literalmente la contigua glorieta del Ángel. Mientras, funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía estaban apostados en la cercana plaza de Sevilla, aunque fuentes de la comisaría del distrito Centro declararon que no tenían intención de intervenir, a no ser que las discusiones entre vendedores y agentes municipales desembocaran en desórdenes públicos.Los primeros puestos de venta callejera se instalaron a partir de las seis de la tarde. A las ocho estaban ya instalados unos 41 tenderetes, que exhibían sus mercancías: ropas de cuero, adornos de bisutería, objetos artesanales de bambú, máscaras, etcétera. La previsión de que pudiera haber nuevos desórdenes atrajo ayer a numerosos curiosos. La plaza estaba a rebosar de público. Ángel Matanzo, concejal del distrito Centro que ordenó la primera acción policial contra el mercadillo, no hizo acto de presencia.

Poco antes de las siete de la tarde, agentes municipales se dirigieron a algunos vendedores y les conminaron a recoger su mercancía y abandonar el recinto público. Los vendedores se negaron en rotundo. Algunos de ellos mostraron su licencia fiscal, sus documentos como miembro de una asociación artesanal, registrada en la Delegación de Gobierno, y el recibo del impuesto municipal de radicación, por valor de 10.500 pesetas. Los agentes se retiraron.

Ni un paso atrás

El oficial al mando del despliegue de la Policía Municipal, preguntado sobre si tenían órdenes de desalojar la plaza, contestó: "Como usted comprenderá, no le voy a responder a eso". Por su parte, José María Álvarez del Manzano, tercer teniente de alcalde, afirmó más tarde que no se había producido ninguna carga porque la Delegación del Gobierno en Madrid había autorizado la concentración en la plaza. "Pero los artesanos se han valido de dicha autorización para montar el mercadillo. Nosotros no hemos cedido ni variado nuestra postura. El mercadillo se ha montado por la actitud de pasividad sorpredente de la delegada del Gobierno, Ana Tutor", señaló. Fernando Bocanegra aseguró que el Ayuntamiento emprenderá acciones legales contra los artesanos que solicitaron la autorización de concentración "y han aprovechado para montar de forma ilegal sus puestos".Por otra parte, representantes de la denominada Plataforma Unitaria de Vendedores en la Vía Pública, asociación recién constituida que cuenta con el apoyo de UGT y CC OO, pidieron ayer, en el transcurso de una conferencia de prensa, la formación de una comisión mixta con el Ayuntamiento para redactar una ordenanza municipal que contemple las necesidades del sector.

Los representantes de los vendedores criticaron duramente la actuación del concejal del PP Ángel Matanzo respecto a sus compañeros de Santa Ana, y acusaron al equipo de gobierno municipal de mantener una actitud cerrada al diálogo.