Con los huesos carcomidos
Una tercera parte de las mujeres de más de 45 años sufrirá osteopórosis
Datos de la Sociedad Española de Investigación ósea y Metabolismo Mineral (SEIOMM) señalan que cada año se producen en España 33.000 fracturas de cadera, una cada 16 minutos, y algunos miles de fracturas vertebrales o de fémur, la mayoría de ellas en ancianos que muchas veces quedan sumidos en la invalidez o postrados en la cama para el resto de sus días. ¿Por qué se producen tantas fracturas de cadera o de cuello de fémur entre los ancianos, y muy particularmente entre las ancianas? Osteoporosis. Ésa es la causa. Se trata de una enfermedad invalidante caracterizada por la pérdida lenta de masa ósea, que, por razones hormonales, afecta especialmente al sexo femenino, hasta el punto de que, según cálculos médicos, una tercera parte de las mujeres de más de 45 años la sufrirá.Lo grave de esta enfermedad es que surge y se desarrolla en silencio. La pérdida de masa ósea se produce habitualmente sin provocar síntomas y la mayoría de las veces las primeras manifestaciones clínicas aparecen cuando la osteoporosis está ya tan avanzada, que el más ligero golpe o movimiento brusco puede provocar una fractura. Por regla general, es la fractura de cadera o de fémur la que revela que existe una osteoporosis importante.
Se trata de una pérdida progresiva de la masa ósea interna del hueso. Como si poco a poco una termita lo fuera carcomiendo. Mantiene su volumen y toda su apariencia externa, pero su interior aparece agujereado, exactamente como una esponja de mar. Todas las personas sufren una cierta pérdida de masa ósea, pero en la osteoporosis la pérdida es muy superior a lo normal.
Tres son los principales factores desencadenantes: la caída en la producción de hormonas sexuales, una dieta deficitaria en calcio y la falta de actividad física. Recientemente se ha demostrado también que tiene una incidencia importante el consumo excesivo de tabaco, alcohol y café, un exceso de proteínas en al dieta, y tratamientos prolongados de corticoides.
La osteoporosis afecta especialmente a las mujeres y se considera que la menopausia es el principal factor de riesgo porque en su caso la caída de producción de estrógenos se produce hacia los 45 años, mientras que en el hombre, los testículos dejan de producir testosterona a partir de los 60 o 65, de modo que el proceso se inicia antes en las mujeres, que además poseen habitualmente una masa ósea inferior.
Según datos del SEIOMM, aproximadamente una de cada tres mujeres que han pasado la menopausia sufre una pérdida anormal de peso y en los casos más graves, ésta pérdida puede alcanzar hasta un 107. de la masa ósea anual. En este caso, al cabo de diez años el hueso está tan disminuido internamente que puede fracturarse con el mínimo esfuerzo.
Tabaco y alcohol
No se conoce exactamente cómo interviene la secreción hormonal en la masa ósea. Lo único que se ha demostrado es que las hormonas sexuales ejercen un papel protector sobre las células específicamente encargadas de reponer la masa ósea, cuya actividad mantiene el equilibrio entre el aporte y el desgaste.La caída hormonal es común a todas las mujeres y a todos los hombres, pero no todos desarrollan osteoporosis. Ello indica que existen otros factores concurrentes en el desarrollo de la enfermedad. La falta de calcio es el más importante. Este mineral es esencial para la formación de masa ósea, por eso los dietistas repiten que una dieta rica en productos lácteos es sumamente importante en las edades en que se forma la estructura ósea del cuerpo.
Por el contrario, una dieta excesivamente rica en proteinas animales dificulta la absorción del calcio. Algunas enfermedades metabólicas son un factor de riesgo, por ejemplo la diabetes, que provoca acidosis e impide la regeneración del hueso. También el consumo excesivo de alcohol produce alteraciones hepáticas y del páncreas que impiden una correcta absorción intestinal del calcio, con lo que no se regenera la masa ósea necesaria. El alcohonsmo dificulta además la absorción del fósforo, cuya carencia aumenta la actividad de las células destructoras.
Se ha comprobado también una relación directa entre el hábito de fumar y la pérdida anormal de masa ósea, y entre el tabaquismo y la menopausia precoz, que es uno de los factores de riesgo más importantes.
Daniel Roig Escofet, jefe de la unidad de reumatología de la residencia Príncipes de España de Bellvitge (Barcelona) y presidente de SEIOM, considera que la osteoporosis es uno de los problemas de salud más importantes, por la incidencia que tiene y porque afecta además a un segmento de población especialmente débil. Por eso considera que deberían adoptarse medidas preventivas encaminadas a lograr un diagnóstico precoz de la enfermedad: "Únicamente así pueden evitarse sus consecuencias más graves, que son las fracturas. Una fractura de cadera o de fémur merma muy gravemente la calidad de vida de los ancianos".
La pérdida de masa puede diagnosticarse mediante una densitometría. Se trata de una exploración no demasiado compleja, pero precisa de un aparato específico que sólo ahora se está introduciendo en los hospitales públicos españoles. "Nosotros acabamos de recibir uno y se van a distribuir otros 14 en distintos hospitales de la Seguridad Social", explica el doctor Roig Escofet.
"En Estados Unidos y otros países", prosigue, "la densitometría es una prueba rutinaria que se realiza en todas las mujeres que han llegado a la menopausia y presentan determinados factores de riesgo". En opinión de Roig Escofet, en España debería practicarse una densitometría tras la menopausia a todas las mujeres que tengan antecedentes de osteoporosis en la familia, a las que fuman o beben en exceso, las que tienen una constitución ósea muy delgada y, sobre todo, a las que han tenido una menopausia precoz.
Si se aprecia una disminución anormal de la masa ósea, la pérdida puede frenarse mediante tratamientos farmacológicos, una aportación extraordinaria de calcio y la prescripción de ejercicio moderado pero continuado. El ejercicio físico es muy importante en la prevención de la osteoporosis, porque se ha comprobado que el desarrollo de la masa ósea se produce a demanda. Es decir, que cuanta mayor actividad muscular exista, mayor es el desarrollo óseo del individuo.
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