La Casa Blanca apoya la petición de la CIA para derrocar dictadores
La Casa Blanca ha endosado las demandas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a favor de apoyar actividades potencialmente violentas destinadas a derrocar dictadores extranjeros, sumándose así a lo que probablemente se va a convertir en un acalorado debate sobre el tema entre el Congreso y el Ejecutivo.Para varios funcionarios veteranos de la administración Bush, incluido el consejero de seguridad nacional Brent Scowcroft, y para el presidente mismo, la discusión supone retomar un tema en el que estuvieron implicados como miembros de la Administración de Ford. Durante la ola de investigaciones del Congreso en las que se detallaba el papel de la CIA en complós para asesinar a dirigentes extranjeros, Ford emitió una orden ejecutiva en enero de 1976 en que prohibía la implicación de EE UU en asesinatos u operaciones de ese tipo.
Scoweroft, consejero de Ford en asuntos de seguridad, comentó recientemente que las normas sobre asesinatos habían sido impuestas sobre el Ejecutivo por el Congreso. Según funcionarios de éste, las declaraciones realizadas por el director de la CIA, William W. Webster, han definido en términos favorables a la administración Bush una disputa que debería haber tenido lugar a puerta cerrada en los comités de inteligencia de las Cámaras.
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