_
_
_
_
PÁNICO EN CALIFORNIA

El estadio que aguantó

Más de 60.000 personas se encontraban sentadas en las gradas del estadio Candlestick Park cantando, bebiendo y gritando en medio del ambiente festivo que precede siempre el comienzo de un partido de béisbol entre los eternos rivales de la bahía, los Gigantes, de San Francisco, y los Athletics, de Oakland, una confrontación parecida a la de un Real Madrid-Atlético o un Español-Barcelona. Media hora antes de que se iniciara el partido, exactamente a las 5.04 hora local, algo extraño sucedió. Minutos después, los gritos se tornaron en lamentos y la alegría en tragedia.El mayor terremoto de la historia de California desde el devastador seísmo que asoló la ciudad en 1906 sacudió el Candlestick Park. Al principio se comenzó a oír un ruido sordo que pronto se convirtió en fragor. Lo que al principio se creyó que era el eco de miles de patadas de aliento a los equipos que esperaban sentados el comienzo del partido era el indescriptible sonido del terremoto debajo de la tierra.

Más información
San Francisco sobrevive al terremoto

El césped comenzó a ondularse, las tribunas de cemento a tambalearse y los postes de la luz a balancearse como si se tratara de las velas de un bergatín. La luz se cortó y durante 15 segundos la multitud aguantó aterrorizada sin atreverse a abandonar sus asientos. "Fueron 15 segundos interminables", declaró un aficionado. "He vivido 40 años en esta zona y no recuerdo nada igual", añadió.

La multitud prorrumpió en un gigantesco grito de alegría cuando la sacudida cesó y pudo comprobar que el estadio había aguantado la embestida y no se habían producido víctimas de consideración.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_