Seguridad reforzada

., Las autoridades de Yakarta habían reforzado las medidas de seguridad en Timor Este con el envío de 40 miembros del servicio de información presidencial. Sin embargo, estaban interesados en dar sensación de normalidad y por ello concedieron varios permisos para visitar las zonas rurales. Según testimonios directos, numerosas pequeñas poblaciones están rodeadas por un cordón de seguridad, con el fin de evitar que los guerrilleros reciban ayuda o puedan aprovisionarse. Aunque fuentes diplomáticas occidentales cifran en unos 200 el número de miembros de Fretilin alzados en armas, entre el pueblo -que tiene un muerto o un desaparecido en cada familia tras la invasión indonesia- ha calado la idea de que los guerrilleros son varios miles. Medios diplomáticos consultados aseguraron que los miembros del Fretilin están localizados en la zona más montañosa de la isla, la antigua frontera entre el Este y el Oeste.

La única posibilidad de aprovisionamiento que tienen, de acuerdo con las citadas fuentes, es por medio de sus ataques al Ejército indonesio. El Gobierno de Yakarta está preocupado por esta situación, hasta el punto de que controla directamente a los efectivos militares ubicados en la isla, en lugar de hacerlo la autoridad de la provincia. Los ciudadanos de Timor del Este se han acercado con temor a los informadores que durante varios días estuvieron en Dili. Sólo dos líneas telefónicas unen la capital de Timor con el exterior, y éstas fueron instaladas por la llegada del Papa.