Fiat busca el apoyo de las autoridades italianas para conseguir ENASA
La venta de la Empresa Nacional de Autocamiones (ENASA) que está negociando el INI, el holding público propietario de la sociedad, con las cuatro multinacionales que han presentado ofertas (Volvo, MAN, Daf y Fiat) está desatando una intensa batalla política en Italia. Los enfrentamientos, según recogía ayer La Repubblica, se han suscitado en el consejo del Ente para la Financiación de las Industrias Manufactureras (EFIM), perteneciente al sector público, que postergó en su reunión del pasado miércoles la decisión sobre la instalación de una de sus participadas, la Sociead Italiana del Vidrio (SIV) en El Ferrol.
El periódico italiano afirma que el Gobierno español ha vinculado la venta de ENASA a la instalación de la SIV en El Ferrol. Las mismas fuentes recuerdan que el grupo Fiat es el principal cliente de la FIV. Por este motivo, el administrador delegado de Fiat, Cesare Romiti, se entrevistó la semana pasada con el ministro de Participaciones Estatales, Carlo Francanzani, y el vicepresidente del consejo, Claudio Martelli.
Por otra parte, 12 altos ejecutivos de la SIV han dirigido una carta al presidente de la sociedad en la que confirman el interés económico y la rentabilidad de la futura planta de El Ferrol.
División en el EFIM
En el seno del consejo del EFIM se ha producido un debate entre los que defienden la rentabilidad del proyecto -Sergio Castellari, Ricardo Gallo y Constantino Lauria, (representantes respectivos de los ministerios de Participaciones Estatales, Balance y Tesoro) y otros dos consejeros- frente a otros cinco consejeros integrantes del comité de presidencia. Los primeros sostienen que el proyecto es rentable ya que consideran que se ha producido un error al confundir el volumen total de la inversión de 155 millones de dólares, (unos 18.000 millones de pesetas) con la cantidad real desembolsada 64,27 millones de dólares (7.700 millones de pesetas).El proyecto de la SIV del El Ferrol fue aprobado por la dirección de EFIM en junio de 1988, pero al año siguiente fue revisado al aumentar sus previsiones de inversión de 124 a 155 millones de dólares.
Otros medios han señalado que la mayor oposición proviene del propio presidente del EFIM, Rolando Valiani, quien apoya su negativa en el incremento de los costes de la operación.
Al parecer, el EFIM estaría interesado en cambiar la zona de ubicación de la fábrica, los antiguos astilleros de Astano, por otro solar próximo a esta factoría. La razón de esta modificación proviene de la mala calidad de los terrenos donde estaba localizado Astano. Con ello se intenta reducir el encarecimiento provocado por el nuevo proyecto que supone una desviación de 31 millones de dólares.
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