_
_
_
_

Un hipnotizador televisivo desplaza el interés de los soviéticos sobre el aterrizaje de un ovni

Pilar Bonet

El público soviético se muestra más interesado por la sesión terapéutica televisiva del hipnotizador Anatoli Kashpirovski, la gran estrella del momento en la URSS, que por el aterrizaje de un ovni, con criaturas de tres ojos y tres metros de estatura a bordo, en un parque de la ciudad de Voronesh. Este hecho, según la agencia oficial Tass, ha sido "confirmado por especialistas" aunque el presidente de la comisión de ufólogos del país consideró ayer erróneo relacionar los hechos "con alienígenas de otros mundos".

El presunto aterrizaje de una nave espacial en un parque de Voronezh, ciudad situada a 500 kilómetros de Moscú no hubiera tenido nada de especial, si no hubiera sido recogido por la agencia Tass, ya que los periódicos de la URSS llevan con frecuencia reportajes sobre platillos volantes, marcianos y hombres de las nieves que aparecen en uno u otro lado del país. En Voronesh, el clima había sido caldeado por el frecuente sobrevuelo de la ciudad por ovnis, según testimonios locales. El lunes, un grupo de niños dijo haber visto el aterrizaje de un platillo volante en el parque de Voronesh. De esta nave, brillante y esférica, habrían salido de uno a tres sujetos, acompañados de un robot.Genrik Filonov, director del Instituto de Geofísica de Voronesh, que se interesa por los objetos anómalos, investiga a título personal el supuesto aterrizaje. El científico confirmó la existencia de huellas anormales, pero se mostró prudente en su evaluación del suceso y dijo que no se podía afirmar categóricamente que se tratara de un platillo volante. Sin embargo, opinó que era incuestionable que un "fenómeno extraordinario" había tenido lugar. Filonov confirmó que las rocas halladas en el parque no tenían nada de especial.

Por otra parte, ayer, en el periódico Izvestia, el presidente de la. comisión de ufólogos de la URSS, V. Azhazha, salió al pase, de la teoría del descenso de extraterrestres, diciendo que le parecía "erróneo relacionar estos hechos con una inteligencia extraterreste, con alienígenas de otros mundos".

Pero el interés de los soviéticos se centra en Anatoli Kashpirovski, un hipnotizador que apareció en el primer canal de la televisión el domingo por la noche y que dijo ayer estar seguro de poder curar a enfermos de SIDA durante una rueda de prensa concurridísima en los locales del Ministerio de Exteriores de la URSS. "Considero que si formamos un grupo de enfermos de SIDA, por ejemplo de unos 500 o 600, dentro de unos meses habrá algunos ya curados". "Luego, si a estas personas ya sanas les sacamos suero ( ... ), posiblemente tendremos una medicina contra el SIDA", afirmó Kashpirovski.

El programa de Kashpirovski concentró a unos 200 millones de telespectadores y las cintas de vídeo de la grabación circulan de mano en mano. Miles de familias soviéticas cerraron los ojos, balancearon la cabeza y se sintieron como plumas bajo el impacto de la voz tranquila de Kashpirovski. La esperanza de curación de todos los males que despierta este hombre moreno de ojos penetrantes, está vinculada con una situación de crisis generalizada del sistema, que afecta también al sistema de salud y aprovisionamiento de medicamentos.

Operación a 1.500 kilómetros

Entre los grandes éxitos de Kashpirovski está una operación, aparentemente sin anestesia, realizada en Tiflis, la capital de Georgia, mientras el hipnotizador hablaba con la paciente desde Kiev, a 1.500 kilómetros de distancia. Kashpirovski adelgaza a los gordos vuelve videntes a los ciegos hace desaparecer cicatrices, cura la gota y la diabetes, además de anestesiar en extracciones de muelas u operaciones. El viceministro de Sanidad prohibió una sesión especial de Kashpirovski con los cosmonautas de la nave espacial Mir, planeada para el 10 de octubre."Ha aparecido una nueva mística en una salsa científico técnica", dijo a este periódico el sociólogo Leonid lonin, del Instituto de Sociología de la URSS, según el cual, la destrucción de las estructuras religiosas contribuye al surgimiento de una mística elemental que se suma a una tradición popular rusa. El pasado verano un diario de Moscú se hizo propaganda asegurando que uno de sus números tenía cualidades especiales por haber sido preparado por otro hipnotizador.A finales de julio pasado, hubo toda una serie de fenómenos peculiares, entre ellos la aparición de un hombre de las nieves, el aterrizaje de una nave espacial en un barrio de Moscú y la aparición de otra nave de extraterrestres en Kiev.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_