Cadena perpetua para 13 terroristas del comando que asaltó La Tablada

La Cámara Federal de San Martín condenó a cadena perpetua a 13 de los 20 terroristas de ultraizquierda que participaron en el ataque al Regimiento de Infantería de la Tablada el pasado 23 de enero. Los otros siete procesados fueron condenados a penas de prisión que oscilan entre 10 y 20 años. La sentencia ha establecido una diferencia entre los acusados que formaron parte del comando que intervino directamente en el ataque dentro del cuartel, todos condenados a cadena perpetua, y los que actuaron fuera en tareas de apoyo y agitación, que recibieron penas menores.

El fallo del tribunal ha seguido en gran parte la argumentación de los fiscales, aunque ha diferenciado en los grados de culpabilidad por los sangriento sucesos de La Tablada. El principal acusado, el dirigente del Movimiento Todos por la Patria (MTP) Roberto Felicetti, recibió la máxima condena de reclusión perpetua y la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, que significa que podrá solicitar la excarcelación, en caso de buena conducta, después de 25 años. Su compañera Dora Molina, que dio a luz a una niña con el proceso ya iniciado y por eso tenía una sala habilitada para amamantar a la niña, fue condenada a 15 años de prisión. El joven Sebastián Joaquín Ramos, que ha cumplido 20 años y tiene a sus padres en España, fue condenado a prisión perpetua. Un hermano de éste, casi de la misma edad, murió en el ataque el pasado enero.Una de las sentencias más esperadas era la del sacerdote Juan Antonio Puigjané, de 61 años, el mayor de los procesados. Este cura capuchino, vinculado a los movimientos que se pueden englobar dentro de la llamada teología de la liberación, fue condenado a 20 años de prisión por su condición de dirigente del MTP y lo que el tribunal considera coautoría en los crímenes. Puigjané no participó en el comando de ataque ni en el de apoyo, pero se le acusó de haber reclutado a dos hermanos Veiga, que participaron en el ataque. Uno murió y el otro fue condenado ahora a cadena perpetua.

El cura fue uno de los cuatro condenados que hicieron uso de la palabra ante el tribunal antes de conocerse la sentencia. Puigjané, en su intervención, citó pasajes evangélicos y dijo que "es una gracia de Dios estar preso 250 días con estos muchachos", y calificó de "bárbara" la represión empleada por militares y policías para recuperar el regimiento. El último día del juicio Puigjané se presentó con su hábito de religioso, que no llevaba otros días, y tras la lectura de la sentencia fue abrazado y besado por alguna de las condenadas.

En defensa de la democracia

Felicetti insistió en su discurso final en la tesis de que actuaron en La Tablada para impedir un golpe de Estado militar y en defensa de la democracia. Claudia Acosta, condenada a reclusión perpetua, intervino para hacer una apología de su, así lo definió, "concubino" Roberto Sánchez, que murió en el ataque. Dijo Acosta que Sánchez había participado en la liberación de Nicaragua y también "en la del pueblo argentino". Sánchez pertenecía al grupo de Enrique Gorriarán Merlo, antiguos dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), que lucharon con los sandinistas en el frente sur durante la insurrección contra la dictadura de Somoza. Después de haber trabajado para el Gobierno sandinista, Sánchez reapareció entre los muertos de La Tablada y Gorriarán está prófugo.Llama la atención la celeridad con que ha actuado la justicia argentina contra los terroristas de La Tablada.