Los acreedores canarios reclaman 2.500 millones a Hameida Bucharaya
El armador mauritano Hameida Bucharaya, afincado en Canarias, está siendo acosado en la actualidad por sus acreedores, que le reclaman deudas por un importe global de 2.500 millones de pesetas. Bucharaya, que regresó hace un año a las islas tras ser retenido temporalmente en su país a raíz de un cambio político en el mismo, negocia ahora con las autoridades mauritanas para poder reparar 20 buques de su flota.
El mauritano Bucharaya pretende de este modo afrontar una pronta recuperación de su empresa en Las Palmas, Mahavi SA, que hoy se encuentra prácticamente en quiebra.Un grupo de empresarios canarios intenta constituir una junta de acreedores, con el apoyo de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas, para exigir legalmente al armador mauritano el pago del dinero que les adeuda y que, en opinión de los representantes de Bucharaya, es inferior a la cifra citada, situándose en torno a los 1.200 millones de pesetas. El gerente de Mahavi, Francisco Luis Campos Rodríguez, ha pedido de forma pública calma a los acreedores a los que les ha prometido que próximamente habrá solución.
Bucharaya, que dispone de 25 licencias de pesca concedidas por Mauritania, confía en reanudar la actividad de su flota y obtener unos ingresos mensuales de 750 millones de pesetas, según fuentes de su empresa. Varios barcos de su propiedad se encuentran sometidos a órdenes de embargo.
Directivos de la firma Mahavi aseguran que esta compañía ha dejado en el archipiélago, en el tiempo que lleva funcionando, un cantidad que cifran en alrededor de unos 5.000 millones de pesetas.
La protesta de los empresarios canarios cobró especial relieve días atrás, cuando uno de ellos, José Francisco Vega Bonilla, se encerró en las oficinas de la compañía Mahavi con el fin de presionar para cobrar más de 30 millones de pesetas que, según afirma José Francisco Vega, le de be el armador mauritano, que actualmente se encuentra ausente de las islas.
