"Me salvó la sangre de Cristo"

El jefe militar panameño, general Manuel Antonio Noriega, manifestó ayer que los autores del golpe de Estado del pasado día 3 pretendían instalar en la presidencia al candidato opositor en las elecciones de mayo, Guillermo Endara, quien ayer mismo reanudó la huelga de hambre que suspendió el martes. "Pero se jodieron", dijo el hombre fuerte de Panamá, en un discurso violento en el que anunció leyes de guerra "contra los traidores y los sediciosos"."El payaso de la huelga de hambre salió esa mañana a comer para estar llenito e irse después a la presidencia, pero se jodió", dijo el general a una audiencia de mujeres en la ciudad de. Santiago de Veraguas, en su primera intervención pública desde el frustrado golpe.

Norlega relató en su discurso que en la jornada del día 3 estuvo en la comandancia, ocupada por los golpistas, entre las 07,45 y las 11,45 horas, sometido a "un fuego nutrido". Añadió que conversó con los sublevados y les advirtió que tendrían que matarle antes de entregarse voluntariamente.

El general Noriega declaró que los amotinados pretendían repetir la experiencia de la isla de Granada; es decir crear un estado de confusión y de pugnas internas en el Ejército panameño que permitiese la intervención militar de EE UU. Pero, según añadió, él mismo consiguió convencerles de la equivocación de sus propósitos al explicarles que aunque acabasen con su vida, "el movimiento de liberación" en marcha en Panamá no sería detenido.

El jefe de las Fuerzas de Defensa hizo varias referenclas al carácter religioso de su mandato y admitió que fue "la sangre de Cristo" la que le salvó de la muerte.

Entre ataques e ironías dirigidos a la Prensa extranjera, Norlega anunció que va a "pedir" al presidente Francisco Rodríguez la promulgación de Ieyes popúlares". "No podemos", dijo, "jugar a la democracia cuando nos tienen avasallados. Hay que echar a los que están protegidos por leyes hechas para otros tiempos".