Interior no da por cerrada ninguna línea de investigación

La hipótesis de que algún ultra incontrolado o elemento conexo con la guerra sucia haya empleado material habitual de ETA en el atentado de Rentería para deteriorar la imagen de la organización terrorista no es descartada oficialmente por el Ministerio del Interior en la medida en que la investigación no ha sido concluida, si bien fuentes autorizadas del departamento señalan que "ningún indicio apunta otra autoría que no sea ETA". -Los expertos policiales consultados parecen albergar aún menos dudas: "Es fácil preparar una carta-bomba para que no quede ni rastro de ella, pero es imposible calcular que quede algún rastro, ya que el explosivo reacciona de forma caprichosa y nunca se sabe de antemano". Fuentes de la lucha antiterrorista añaden que la confección del paquete-bomba y el explosivo usado revelan una mano de obra profesional.

Estas fuentes manifiestan que los elementos electrónicos intervenidos a ETA por las fuerzas de seguridad permanecen a disposición judicial y el material explosivo es destruido inmediatamente después de su intervención dada su difícil conservación.

De añadidura, según fuentes de la lucha antiterrorista, el acceso al mercado negro de materiales para preparar explosivos ,les imposible salvo para organizaciones terroristas muy cualificadas".

Ildefonso Salazar, el simpatizante de HB al que supuestamente iba remitido el paquete-bomba en su declaración judicial, que ha conocido este diario, manifestó no haber recibido nunca ninguna amenaza con anterioridad al atentado y declaró no tener la menor idea sobre los autores de esta acción.

Los dirigentes de HB Iñaki Esnaola y Tasio Erkizia, en una conferencia de prensa desarrollada pocas horas después del atentado no dudaron en atribuir el paquete-bomba a "aparatos del Estado". Esnaola indicó: "El gobernador civil de Guipúzcoa, José Ramón Goñi Tirapu, sabe de este atentado mucho más que yo". HB no ha vuelto a pronunciarse públicamente sobre este atentado desde que EL PAÍS apuntó los pasados días 22 y 23 las dudas que existían sobre su autoría y, posteriormente, los indicios que apuntaban a la similitud con paquetes-bomba utilizados en otras ocasiones por ETA.

Salazar, que cumplió un año en prisión por colaboración con ETA, en su declaración judicial tras este atentado sí señaló que denunció años atrás por malos tratos a un teniente de la Guardia Civil, que fue condenado por este hecho. El hoy capitán de este instituto armado, según fuentes de Interior, está destinado fuera de Euskadi desde hace varios años.