Muestra sobre 25 años de la arquitectura de Ricardo Bofill
Los últimos 25 años de trabajo del Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill, sus diseños recientes dedicados a la Barcelona olímpica y algo insólito, unos selectos muebles de oficina producidos en exclusiva en Holanda, ocupan desde el pasado jueves el antiguo edificio de la Bolsa de Amsterdam, una de las obras más bellas y mejor restauradas del arquitecto nacional Hendrik Berlage.La muestra sobre Ricardo Bofill ha sido ordenada por otro arquitecto, el belga Pierre Hebbelinck, y el Centro de Arte Nicolás de Staél, que han rodeado las acuarelas, alzados a plumilla y maquetas de Bofill de lienzos blancos y luces intimistas. Todo ello para realzar las creaciones del Taller en un lugar tan atractivo como la Bolsa, que incluso mantendrá cerrado su tejado articulado para que los cambios de la luz natural no perturben la armonía del conjunto.
La exposición se abre con un frasco de perfume de resina sintética, ideado para la casa de modas francesa Christian Dior en 1983. Tiene forma de ventana clásica e inaugura en realidad una exhibición donde lo clásico-oderno o lo "neoclásico de vanguardia", en palabras de un crítico local, casi desconcierta al espectador. Y no porque las obras de Ricardo Bofill carezcan de rigor o coherencia. Precisamente porque imponen su cadencia de formas "clásicas" en lugares tan ajenos a ello en principio como el Port Marianne de Montpellier (1987), una zona de recreo fluvial y edificios de prestigio. 0 el Les échelles du Baroque (1979-1985), un grupo de 274 viviendas sociales organizadas en París alrededor de un espacio circular donde aparecen dos plazas interiores, una elíptica y otra con forma de teatro. El propio arquitecto define su proyecto para la Biblioteca Nacional de Francia (1989), un aula que se pretende ventana sobre el Sena, de claustro de la modernidad.
A Amsterdam han llegado también los primeros muebles de oficina creados por el Taller de Arquitectura. Combinando maderas nobles y metal, las sillas, mesas, sofás y hasta alfombras de Bofill compensan lo geométrico del dibujo con colores cálidos y pieles negras y rojizas.
Babelia
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