El general Aoun acepta el plan de la Liga Arabe para Líbano

Un representante de la Liga Árabe aseguró ayer en Beirut que el jefe de las fuerzas cristianas, general Michel Aoun, ha aceptado el plan de siete puntos de la organización para terminar con seis meses de batallas artilleras en Líbano que han causado la muerte de más de 800 personas. El vicesecretario general de la liga, Lajdar Ibrabimi, comunicó la noticia tras un encuentro con Aoun en un bunker del palacio presidencial, reducido a ruinas.

"Todos los desplazados pueden volver a casa y los niños a la escuela. Los libaneses pueden reconstruir sus hogares y negocios", aseguró Ibrahimi, quien aseguró que, en breve, constituirá un comité especial de seguridad para aplicar el plan de paz. "Espero que éste sea el primer paso en la marcha hacia la paz y que [el plan] devuelva a Líbano su unidad, independencia, dignidad y tranquilidad que permita que vuelvan los desplazados libaneses y se vayan los israelíes [que ocupan una banda de territorio al sur del país, a la que consideran "zona de seguridad].Siria, que tiene en Líbano unos 33.000 soldados, había aceptado ya el plan, con lo que las posibilidades de que concluya una guerra que dura ya casi 14 años son elevadas. "Los hermanos en Líbano han aceptado que nosotros [la misión especial de la Liga Árabe] comencemos a aplicar el programa con la bendición de Dios", dijo Ibrahimi.

En la noche anterior, un nuevo duelo artillero estalló en Beirut y las cercanas colinas. Tropas leales a Aoun intercambiaron cohetes y proyectiles de obús con las fuerzas sirias y sus aliadas musulmanas. Hubo tres muertos y una decena de heridos, a unir a los más de 800 muertos y 3.400 heridos desde que estalló esta nueva ola de enfrentamientos.

Las esperanzas de paz tenían, un contrapunto negativo cuando el grupo proiraní libanés Hezbolá (Partido de Dios) amenazó con "combatir hasta la muerte" para oponerse a que el jefe de Estado continúe siendo un cristiano maronita. Un responsable de Hezbolá, Husein Kurani, aseguró: "que sepa [el enviado de la Liga Arabel que no permitiremos que los musulmanes sean oprimidos una vez más".

Disparos al aire

Poco después de que se anunciara la aceptación por Aoun del plan de paz milicianos musulmanes comenzaron a disparar al aire con metralletas para celebrar el acontecimiento.

Gran parte de Beirut ha quedado destruida y más de la mitad de sus 1.500.000 habitantes han abandonado la ciudad desde que Aoun declaró una "guerra de liberación", el 14 de marzo, para expulsar al Ejército sirio.

El comité de seguridad constituido por la Liga Arabe supervisará el alto el fuego y vigilará que no lleguen armas a los puertos.

El plan prevé también hacer un llamamiento a Siria para que levante el bloqueo del país cristiano y reabra el aeropuerto de Beirut. Aoun, que recibe armas por barco y que cuenta con el apoyo de Irak, principal enemigo de Siria en el mundo árabe, ha buscado seguridades de que los observadores se desplegarán en la frontera libano-siria para evitar que Damasco siga enviando armas por tierra a sus aliados.

El comité de la Liga Árabe, que cuenta con representantes de Argelia, Marruecos y Arabia Saudí, ha pedido que el Parlamento se reúna el próximo día 30 para debatir las reformas políticas que permitan resolver la crisis.