Vietnam inicia la fase final de su retirada de Camboya

Miles de soldados vietnamitas concentrados en la localidad camboyana de Siem Reap comenzaron ayer la fase final de su retirada después de una presencia militar de 11 años. Las tropas abandonaron el territorio por entremedio de un pasillo formado por una multitud que enarbolaba banderas de Camboya y Vietnam. Antes del próximo día 27, según cifras oficiales, 26.000 soldados habrán sido repatriados.

Durante toda la retirada no habrá observadores independientes, pero el primer día de salida fue una jornada festiva, donde no faltó una orquesta camboyana que despidió a los vietnamitas al ritmo de rock and roll. Algunos civiles de las zonas occidental y noroccidental se han declarado satisfechos por la salida de las tropas vietnamitas; sin embargo, no ocultaron su preocupación por un posible recrudecimiento de la guerra ante la incapacidad del Ejército regular camboyano de terminar con los rebeldes jemeres rojos, especialmente activos en estas zonas.Precisamente, en el primer día de la retirada vietnamita grupos jemeres rojos atacaron posiciones gubernamentales a escasos kilómetros de la frontera tailandesa.

El general Huol Savorn, uno de los cuatro comandantes en jefes provinciales de Camboya, explicó que: ayer estaba prevista la retirada de 10.000 soldados vietnamitas en 750 camiones y que llegarían a la capital, Phnom Penh, el día 25 para emprender inmediatamente viaje a la frontera. Los soldados embarcados en los camiones en grupos de 25 o 30 sonreían a los periodistas que presenciaban su retirada. La gente agolpada en las cunetas de la carretera enarbolaba pancartas con frases tales como "Nunca olvidaremos a nuestros hermanos vietnamitas", "Abajo el imperialismo y el colonialismo" y "La paz llegará pronto".

El capitán vietnamita Truong Van Ngoc tiene 28 años y ayer se mostraba feliz por volver a ver a su familia después de ocho años de servicio en Camboya. La alegría de la retirada hacía olvidar el pesado balance de 60.000 muertos y heridos en el cuerpo expedicionario vietnamita en la década larga de su presencia en Camboya, conforme a las cifras oficiales suministradas por Hanoi.

El soldado Dinh Van Bao, de 33 años, reconoce desde la parte trasera de un jeep que "hemos tenido dificultades aquí" y dice que no tiene pensado qué hacer cuando regrese a Quang Binh, su provincia de origen en Vietnam. Agrega que "apenas he aprendido algunas palabras del camboyano. Siempre ha sido muy dura la comunicación entre nosotros y el pueblo", a la vez que enseña a los periodistas sus escasas pertenencias: algo de ropa, artículos con fotografías de actrices vietnamitas y un retrato propio en el templo de Angkor Vat, las famosas ruinas caraboyanas cerca de Siem Reap.

El general Huol afirmó que las guerrillas jemeres lanzarán un ataque dentro de un mes o poco más, cuando acabe la estación de lluvias, con el propósito de "conquistar áreas cerca de la frontera y abrirse un camino al interior de Camboya. Pero no sucederá así porque somos [el Ejército regular camboyano] muy fuertes y, estamos muy bien equipados".

Por su parte, Pol Saroeun, jefe del estado mayor del Ejército camboyano y viceministro de Defensa, dijo en su despedida oficial a las tropas vietnamitas que Vietnam fue el único país que acudió en ayuda de Camboya "para rescatarnos del genocidio". Las guerrillas jemeres rojas bajo la dirección de Pol Pot están acusadas de asesinar durante los cuatro años que ocuparon el poder (1974-1979) a más de un millón de camboyanos, exterminados en los llamados "campos de la muerte".

También ayer, primer día de la retirada vietnamita, el representante del príncipe Norodom Sihanuk en la ONU, Sisowath Siritath, dijo que el dirigente de la oposición camboyana no asistirá a la Asamblea General de la ONU y su puesto lo ocupará el primer ministro del Gobierno de coalición de la resistencia, el conservador Son Sann. Mientras, Indonesia han propuesto una nueva ronda negociadora entre las facciones camboyanas para lograr un acuerdo de paz.