EE UU, dispuesto a negociar sobre misiles móviles de largo alcance

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, anunció ayer, en vísperas de su encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, la disposición de Estados Unidos a incluir los proyectiles de largo alcance (ICBM) sobre plataformas móviles en las conversaciones sobre reducción de armas estratégicas (START), a condición de que el Congreso norteamericano apruebe los fondos necesarios para financiar el programa de misiles intercontinentales.Los ICBM habían constituido hasta ahora una de las causas del punto muerto registrado en las conversaciones START entre las dos superpotencias

Baker, que quiso hacer el anuncio personalmente en la conferencia de prensa diaria de su Departamento para contrarrestar las acusaciones demócratas de que la Administración de Bush carece de imaginación en el tema de desarme, manifestó que la próxima semana los negociadores norteamericanos en Ginebra presentarían propuestas concretas sobre "los límites a aplicar al número de ICBM así como medidas efectivas de verificación" de un posible tratado,

Anteriormente, Washington se había opuesto a la eliminación de proyectiles intercontinentales sobre plataformas móviles con la argumentación de que el Congreso nunca ratificaría un tratado de esas características ante la imposibilidad de llevar a cabo una verificación adecuada. En realidad, la estrategia de Washington ha estado condicionada por la hecho de que la Unión Soviética ha desplegado ya ese tipo de misiles, los SS-25, mientras que el Congreso norteamericano todavía no ha aprobado la construcción del MX, el proyectil equivalente de este país.

El secretario de Estado confirmó las impresiones pesimistas filtradas por la Casa Blanca en días anteriores sobre la inminencia de tina cumbre próxima entre el presidente George Bush y su homólogo soviético, Mijail Gorbachov. Baker se limitó a decir que discutiría con Shevardnadze la posibilidad de un encuentro entre los dos jefes de Estado pero se negó una y otra vez a admitir que la fecha estuviera cercana.