Mujeres, divorciados y homosexuales católicos dicen estar marginados en la Iglesia

Colectivos católicos de mujeres, divorciados y separados, sacerdotes casados y homosexuales han coincidido en criticar la marginación que, a su juicio, sufren en la Iglesia. Estas afirmaciones hechas en el IX Congreso de Teología, que hoy será clausurado en Madrid.

El congreso de teología, que se celebra bajo el lema Iglesia y derechos humanos, abordó el pasado viernes el tema de colectivos marginados en la Iglesia. La teóloga Margarita Pintos acusó a la propia comisión gestora de las sesiones del "escaso eco" que se daba en los debates al tema de la mujer, cuya situación en la Iglesia comparó con la de los negros en Suráfrica. La también teóloga María José Arana urgió a que la Iglesia muestre "signos concretos de aceptación de la mujer en su seno". "No creo que sea suficiente", añadió, "que las mujeres asumamos papeles de simple suplencia". Otra de las participantes en los debates, la mexicana María del Pilar Aquino, dijo que la emancipación de la mujeres, desde el punto de vista teológico, no puede desligarse "del marco de la teología de la liberación".El acceso de las mujeres a la participación plena y a todos los niveles en la Iglesia católica también fue defendida en las sesiones por Ramón Alarios, quien en nombre del Movimiento pro Celibato Opcional se mostró partidario de "la posibilidad de conciliar el derecho a formar una familia y a ser fiel a la propia conciencia en la comunidad eclesial". Contra la discriminación que a su juicio sufren los divorciados y separados se expresó Virgina Castañeda, para quien este colectivo pasa a ser "cristianos de segunda categoría, condenados permanentemente por la jerarquía eclesiática y a quienes se niegan los sacramentos".

En parecidos términos habló Emili Bols, quien dijo: "La comunidad de homosexuales creyentes demanda sus derechos a una presencia más viva, más claray más participativa en la vida de la Iglesia, de la que se cree formal y absolutamente excluida". Bolis pidió la reforma de Código de Derecho Canónico, que, en su opinión, no debe incluir condenas ni medidas punitivas.

La revolución

En el contexto de las sesiones destinadas a abordar el tema de Iglesia y derechos humanos, el teólogo Evangelista Vilanova hizo ayer un repaso histórico de la situación. "La adhesión a los derechos de¡ hombre es explícita en el actual pontífice; lo que sorprende es la incapacidad de las autoridades romanas para extraer del cambio de actitud [de la Iglesia en los últimos años], un cambio del propio funcionamiento institucional", dijo Vilanova, quien agregó que "analizar los procedimientos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, los criterios de nombramientos de obispos, el lugar de la mujer en la Iglesia, la situación de la moral sexual..., deja al menos perplejo al cristiano normal, que escucha espléndidos anuncios sobre la libertad y la igualdad".Las sesiones de la mañana de ayer fueron cerradas por la intervención del arzobispo de Argel, Henri Teissier, quien hablé sobre el tema Iglesia y derechos humanos en un contexto islamo-cristiano.