14 muertos en una oleada de atentados en Bogotá, Medellín y Cali

Las principales ciudades colombianas, Bogotá, Medellín y Cali, fueron víctimas en las últimas horas del viernes de la violencia terrorista del narcotráfico, con un primer balance, según la policía, de 14 muertos y ocho heridos. En Cali estallaron tres bombas que destruyeron sedes bancarias y alcanzaron a peatones. En Medellín fue lanzado un explosivo contra una patrulla de policía, con el resultado de tres agentes heridos.

En la capital, Bogotá, dos suboficiales de la policía fueron tiroteados cuando regresaban a sus casas, y tres hombres que iban en un automóvil dispararon contra las instalaciones del periódico El Siglo, propiedad del líder socialconservador Álvaro Gómez Hurtado.

Fue el comienzo de un fin de semana que miles de llamadas anónimas amenazaban que sería "negro", en una forma de terrorismo telefónico para destinado a atemorizar a la población, horas antes de que Colombia festejara la jornada de ayer como el Día de los Enamorados.

La novedad de la jornada de terror del pasado viernes por la noche fue que la guerra llegó a Cali, tercera ciudad en importancia del país, que hasta el momento no había sido víctima del narcoterrorismo.

Al margen de esta violencia, el viernes se vio un nuevo capítulo de la llamada guerra de las esmeraldas. Ocho personas que iban en un autobús, en la zona de las minas, en la provincia de Boyacá, fueron acribilladas por un grupo de sicarios. Se dice que Gonzalo Rodríguez Gacha, el Mexicano, promueve esta guerra con la intención de apoderarse de la región de las minas, considerada estratégica para los planes políticos del cártel de Medellín.

Por su parte, el Gobierno extremó desde ayer los controles aéreos. Se obligará a aterrizar a todo avión que se considere sospechoso, y la fuerza aérea colombiana podrá derribar todas aquellas aeronaves que no atiendan las órdenes impartidas por las unidades militares.