Tenderos en pie de guerra

Los comerciantes de alimentación de Pamplona y su comarca dieron por terminada ayer la guerra que mantenían contra la proliferación de rastros y mercadillos de venta ambulante. Desde el pasado miércoles, la práctica totalidad de los establecimientos de venta de productos alimenticios de la capital navarra y su comarca y todos los mercados públicos existentes mantenían una huelga indefinida, que fue secundada por los mayoristas de frutas y verduras que abastecen a un cuarto de millón de personas residentes en esta área. Las tiendas abrirán mañana sus puertas tras el acuerdo alcanzado ayer entre comerciantes y Ayuntamiento.

A última hora de la tarde de ayer se alcanzó un acuerdo entre el Ayuntamiento de Pamplona, la Cámara de Comercio de Navarra y los comerciantes en huelga. El Ayuntamiento se ha comprometido a evitar la venta ambulante no autorizada y a revisar las autorizaciones de venta de algunos alimentos. Con este acuerdo en la mano, los comerciantes han decidido abrir mañana sus tiendas. Pero la escasez de algunos alimentos -ya ha comenzado a dejarse no tar en Pamplona.El viernes, al cumplirse el tercer día de huelga, los piquetes de comerciantes originaron desórdenes a las puertas del algunos grandes supermercados que se encontraban abiertos. La policía tuvo que proteger los comercios y se produjeron enfrentarnientos verbales entro huelguistas y consumidores. Algunas personas causaron desperfectos en el interior de los supermercados y arrojaron productos alimenticios por los suelos mientras el clima de crispación se agudizaba. Cinco personas fueron detenidas.

La lucha contra este tipo de venta ambulante por, parte del ramo de la alimentación comenzó a primeros de año. Los comerciantes realizaron una huelga en febrero alegando que mercadillos y rastros constituyen una competencia desleal que les produce pérdidas anuales superiores a 1.000 millones de pesetas, sin cumplir requisitos sanitarios, sin pagar impuestos y sin una adecuada regulación legal.

La batalla había comenzado al intentar el Ayuntamiento, dominado por el partido regionalista Unión del Pueblo Navarro (UPN), trasladar el único rastro existente nacido en el barrio de la Chantrea por iniciativa do los vecinos, a otra zona de la ciudad en la que causara menos molestias. El intento provocó enfrentamientos de orden público con vendedores y vecinos y posteriormente generó la aparición de dos rastros simultáneos, en la nueva y en la antigua ubicación. Para los comerciantes, aquello fue demasiado.Tras la huelga, mayoristas, minoristas, consumidores y ayuntamiento llegaron a un acuerdo para controlar la situación.

Ordenanza reguladora

El alcalde de Pamplona, Javier Chourraut, ha recordado que en este intervalo de tiempo se ha aprobado la primera ordenanza municipal reguladora de la venta ambulante, pero ha insistido en que los dos mercadillos seguirán funcionando hasta que en diciembre finalicen las autorizaciones municipales de uno de ellos.El presidente de la Asociación de Detallistas de Alimentación de Navarra (Adana), Emilio Ochoa, considera que el Ayuntamiento no ha jugado limpio, y exige que se acote la proliferación de rastros. "Las absurdas palabras de los políticos", dijo al comienzo de la huelga "han calentado aún más el comercio, que ya no aguanta esto".

En medio están los consumidores. Miguel Ángel Arizcun, de la asociación de consumidores Irache, ha pedido al Ayuntamiento que exija a los comerciantes unos servicios mínimos. "Para pegar una torta al Ayuntamiento se la están pegando en la cara al usuario", subrayó Arizcun. Los miembros de Irache, reunidos el viernes en asamblea, convocaron para el próximo día 24 una manifestación de protesta por la libertad del mercado y el respeto al consumidor". Como medida de presión si la huelga continua, estudian la posibilidad de ir a realizar las compras a Logroño.

El ayuntamiento se ha dirigido a los huelguistas recordándoles la obligación legal de mantener abiertos los puestos y mercados y ha anunciado la aplicación de sanciones. Ochoa contestó que no habría "ni servicios mínimos ni máximos".

Carniceros y pescaderos pararon durante el pasado miércoles en solidaridad con la huelga. Panaderías, lecherías, carnicerías y pescaderías estudiaron la posibilidad de sumarse a la huelga.