Los países pobres no pueden pagar los medicamentos contra el SIDA
El director general de la OMS, Hiroshi Nakajima cree que la venta libre de jeringuillas o su distribución gratuita, no ha provocado una disminución del número de portadores de SIDA. A este respecto la Organización Mundial de la Salud ha tenido una experiencia negativa en Tailandia. El Gobierno tailandés, en cooperación con la OMS, comenzó a distribuir jeringuillas a los toxicómanos, pero la policía aplicó la ley, es decir, detención de personas en posesión de jeringuillas o de droga.Sobre el reproche de que la OMS hincha las cifras de afectados de SIDA mediante la suma de los muertos con los vivos, Hiroshi Nakajima estima que algunos Estados miembros, sobre todo países subdesarrollados, hacen unas declaraciones infravaloradas porque las redes de información aún no están establecidas. "Por una parte, están las estadísticas de mortalidad y, por otra, el número de casos de SIDA, que es otra cosa. No hay ninguna mezcla. Todo esto va mejorando. Hasta hace un año se estimaba que el número de muertes era el doble del conocido", puntualiza, al tiempo que sospecha que el número de casos reales es superior al que indican las estadísticas.
Sobre el AZT, uno de los nuevos medicamentos contra el SIDA considera que es casi seguro que prolonga la vida de los enfermos, pero presenta un problema de orden financiero.
Nakajima considera que la prolongación de la vida depende del estado nutricional, del medio ambiente. "Si la OMS declara que este medicamento prolonga la vida -dice-, los consumidores dirán que el Estado debe pagar, e incluso los Gobiernos de países ricos, como Francia o España, creo que no tienen capacidad para pagar. Incluso en una estimación moderada, significa 1.000 dólares por paciente y año, y en una muy moderada, 700. Si un país industrializado no puede pagar para todos sus enfermos, en Africa es imposible."
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.