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El director del Insalud reconoce que hay problemas con drogadictos en los hospitales

El director provincial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud), Francisco Ortega, reconoció ayer que en todos los centros de urgencias de Madrid existen problemas con los drogadictos. De otro lado, un portavoz de Comisiones Obreras denunció la grave situación que atraviesa el hospital Gregorio Marañón, al que calificó de "auténtico cajón de sastre" de la sanidad pública madrileña.

Ortega señaló, en declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, que es difícil la implantación de medidas de seguridad en los grandes hospitales.El director provincial del Insalud mostró también su oposición al aislamiento de los pacientes afectados por una drogadicción y de los enfermos que padecen SIDA.

El responsable del Insalud en Madrid citó como ejemplo la situación del hospital Clínico, que cuenta con una plantilla de 3.000 personas frente a los 4.000 visitantes -familiares de pacientes o profesionales sanitarios-, que acuden a diario a ese centro.

El gerente del Clínico, Arturo Gallego, precisó que en la actualidad se encuentran internados en el hospital 24 drogadictos.

De otro lado, un portavoz de la federación madrileña de trabajadores de la Administración de Comisiones Obreras, respaldó ayer las denunciasjudiciales presentadas por la dirección del hospital Gregorio Marañón, dependiente de la Comunidad de Madrid, sobre la introducción y consumo de drogas en ese centro (ver EL PAÍS de ayer).

La misma fuente señaló que la policía ingresa a numerosos drogadictos en el Gregorio Marañón porque carecen de asistencia sanitaria en la Seguridad Social. Según CC OO, este centro sanitario de la Comunidad es "un auténtico cajón de sastre en la sanidad madrileña", donde se ingresa a los enfermos que no pueden acudir a otro hospital.

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El portavoz sindical añadió que las carencias del Hospital Penitenciario de la cárcel de Carabanchel obligan a que los reconocimientos a detenidos tengan que realizarse también en el Gregorio Marañón.

Sin embargo, rechazó las propuestas presentadas por el Partido Popular para extremar las medidas de seguridad en el Gregorio Marañón, y aseguró que los 5.000 trabajadores del hospital "se niegan a estar enrejados".

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