'Neo' tendencias

En medio de las múltiples tendencias que pululan simultáneamente en pintura- y escultura, la última modernidad ha utilizado la partícula "neo" para referirse a revisiones y mixtificaciones de diversa índole tales corno el "neo-conceptual", el "neo-geo", el "neoJauve". Sin abolirlas, ni asumirlas plenamente, una designación de más envergadura ha sido el "descontructivismo", nacido de las teorías literarias de la "deconstruccíón" patrocinadas por el gran preboste francés Jacques Derrida. Su planteamiento, aplicado al análisis de textos, posee una década de existencia, y en esencia viene a decir que un texto acabado cobra su propia dinámica y no es probable que su sentido, al fin, coincida con las primeras intenciones del autor. Habrá que atender al texto, en su vida independiente y en su relación intenor, para extraer su definitiva intención eficiente.La teoría aplicada al arte plástico conduciría al mismo punto, pero lo importante es que, a estas alturas, con la divulgación del conocimiento "deconstructivo", el creador ya no es inocente y produce obras en las que conscientemente se separa de su sentido. El artista no reivindicará una interpretación unívoca, sino que, advertido del azaroso final del sentido, trabajará liberado de una intencionalidad concreta.

La deconstruccíón en las artes ha cubierto la atmósfera artística en los últimos años, o años de la posmodernidad, pero ahora alborea por la mano de un célebre crítico italiano un nuevo término: el "inexpre sionismo". Italia no levantaba la voz desde la enunciación de la "trasvanguardia" que lanzó Bonito Oliva, pero ahora regresa ordenando o etiquetando la época que sigue a la posmodernidad con la reflexión de Germano Celant que acuña el rótulo "inexpresionismo".

La primera vez que probó a utilizarlo fue en 1981, en un ensayo titulado Inexpresionismo americano, pero el momento no fue receptivo a la novedad. Su insistencia le ha llevado a publicar un nuevo libro titulado Inexpresionismo. Arte más allá de la era posmoderna, en donde se afana por descubrir el concepto con mayor nitidez, y no le es fácil: en sus ejemplos de artistas "inexpresionistas" se congregan nombres como Tony Cragg, Bárbara Kruger, Haim Steinbach, Sherrie Levine, Jeff Koons, que han sido clasificados antes como "deconstructivistas". Celant reclama para el "inexpresionismo" a aquellos artistas que realizan instalaciones con objetos de consumo (Bernard Lavier con sus neveras, sillones y cajas de caudales; Rosemarie Trockel con sus jerseis; Ange Lecia con aparatos de televisión, carteles publicitarios y pantomimas serían modelos), en cuya composición el artista se libera de sus inceirtidumbres humanas.

"Composiciones, en fin", dice, en las que el artista, eludiendo cualquier compensación emocional, puede jugar con la ambivalencia de los últimos significados".

Por efecto de las presiones de las "ligas virtuosas" de EE UU, las grandes cadenas de televisión se han visto en la necesidad de suprimir algunos de sus programas o de alterar el horario de otros. Las cartas de protesta que llegan a los centros de emisión firmadas por miembros de organizaciones piadosas, como la del reverendo Donald Wildom, que pretende representar a 10.000 fieles a través de 3.000 iglesias adheridas al grupo llamado Líderes Cristianos por una Televisión Responsable, han alarmado a los anunciantes y, en no pocos casos, les han decidido a retirar sus cuentas. Un caso reciente es el que ha sufrido la cadena ABC cancelando la emisión de la segunda entrega de Crímenes pasionales.

En Crímenes pasionales, primera entrega, se había asistido a un asesinato con pistola, a dos ataques con cuchillo, a la carbonización de una mujer víctima de la ira de su esposo, a una historia de amor entre una abuela y su nieto, etcétera. Las "ligas virtuosas" expresaron su protesta y seguidamente ninguna firma comercial aceptó seguir insertando sus spots dentro del programa. En tales condiciones, ABC desistió de continuar con el telefilme. En estos años, la televisión norteamericana, en una competencia desaforada, ha prodigado los condimentos de sexo y violencia, y a los puritanos se han aprestado a poner coto.