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EUROPA CENTRAL

Bonn acondiciona a marchas forzadas campos para acoger miles de refugiados de la RDA

Los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA) finalizan esta noche sus vacaciones, si bien su reincorporación al trabajo no se efectuará, en la mayoría de los casos, hasta el próximo lunes. Para entonces el problema de las decenas de miles de alemanes orientales que todavía permanecen en Hungría, y que no tienen la intención de volver a su país, habrá entrado en su última fase. Las autoridades de la República Federal de Alemania (RFA) anunciaron ayer la construcción urgente de campos para refugiados en la zona de Baviera para recoger a los que han decidido fugarse a la RFA, que según estimaciones conservadoras podrían alcanzar la cifra de entre 20.000 y 50.000.

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¿Hasta dónde llega Alemania?

Concretamente en Passau se ha instalado ya uno para 1.500 personas y en otras localidades cercanas se está haciendo lo mismo, tal y como confirmó ayer el ministro portavoz del Gobierno federal, Hans Klein.El último chiste que se cuenta en la RDA señala que un ciudadano, que se encuentra de vacaciones en Hungría y decidido a pasarse a Occidente, al ser preguntado por la razones que le llevan a abandonar su país contesta: "Pues no sé, vi una cola de gente y, como es habitual en la RDA, me puse al final". Es ésta una manera de explicar cómo muchos de los escapados no lo habían planeado cuando iniciaron sus vacaciones, pero al iniciarse la ola de fugas se dejaron llevar por ella. Para intentar detener esta ola, tanto las autoridades de la RFA como las de Hungría están jugando al juego de la confusión. Budapest hace la vista gorda para que crucen la frontera con Austria sin problemas, al tiempo que anuncia que está reforzando su guardia fronteriza. Ayer, el diario Abendze¡tung, de Munich, informaba que la RFA y Hungría estaban a punto de firmar un tratado por el cual no se exigiría visado a los ciudadanos de ambos países para visitar el otro. Esto supondría inmediatamente que cualquier ciudadano de la RDA que llegara a Budapest podría conseguir en la Embajada de Bonn su pasaporte de la RFA y cruzar sin problemas la frontera con Austria. Poco después, Budapest protagonizaba un retórico enfado, desmintiendo totalmente el asunto.

Sin embargo, parece claro que el Gobierno húngaro está ya recibiendo cuantiosa ayuda económica de Bonn y que entre los acuerdos establecidos en la intensa negociación diplomática de estos últimos días figura la desaparición de los visados. Budapest parece ya haber aceptado la exigencia de Bonn de que nadie sea devuelto a la RDA en contra de su voluntad.

En medio de esta problemática, el fin del verano parece haber hecho mella en la salud de los políticos alemanes. Ayer, la reunión del Gabinete federal tuvo que ser presidida por el ministro portavoz, Hans Klein, dado que ni el .canciller, Helmut Kohl, ni su ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Gensher, pudieron asistir. El primero, por encontrase súbitamente enfermo, mientras que el segundo se recupera de su enésimo ataque, de corazón y no se incorporará a su despacho hasta la segunda quincena de septiembre. Otro tanto sucede en la otra Alemania. Numerosos rumores, alimentados por una información procedente de los servicios secretos de Bonn, indican que el presidente de la RDA, Erich Honecker, se halla gravemente enfermo y, al parecer, los médicos han desaconsejado su operación de próstata.

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