El Gobierno estudia la concesión de créditos 'blandos' a China, pese a los acuerdos de la CE

El Gobierno está estudiando la concesión a China de créditos de ayuda al desarrollo por valor de casi 10.000 millones de pesetas (81.550.000 dólares), a pesar de las sanciones adoptadas por la Comunidad Europea (CE) durante la cumbre de Madrid, el pasado 27 de junio. Los jefes de Estado y de Gobierno de la CE, bajo presidencia española, condenaron la "brutal represión" desatada en China y decidieron, entre otras medidas, "el aplazamiento de nuevos proyectos de cooperación" y "el aplazamiento del examen de nuevas peticiones de seguros de crédito y de nuevos créditos del Banco Mundial".

Los técnicos del área económica del Gobierno remitieron el pasado 18 de julio, para su aprobación en Consejo de Ministros, un informe favorable a la concesión de cuatro créditos a. la República Popular China, con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) y ligados a la exportación de bienes españoles. El importe de estos préstamos, según indicaron a EL PAÍS fuentes próximas al Ministerio de Economía, es de 3 3.000.000, 30.000.000, 9.800.000 y 8.750.000 dólares, respectivamente.Estas fuentes sostienen que los créditos ya fueron aprobados por el Gobierno en su reunión del pasado 16 de junio, menos de 15 días después de la matanza de Tiananmen y apenas 10 días antes de la cumbre de Madrid. Sin embargo, las autoridades chinas solicitaron posteriormente la renegociación de las condiciones de concesión de los préstamos. Tras una breve negociación, se acordó realizar algunas modificaciones técnicas en los créditos que no afectan a su cuantía, pero obligan a una nueva autorización por el Consejo de Ministros.

La disyuntiva con la que se enfrenta ahora el Gobierno es la de realizar una aplicación firme o laxa de las sanciones comunitarias, en función de su voluntad política. En el primer, caso, los créditos deberían ser denegados; en el segundo, serían aprobados, por considerar que se trata de una mera ratificación de un compromiso adquirido con anterioridad a la cumbre de Madrid. Fuentes gubernamentales indicaron que, si las modificaciones introducidas en los préstamos son sólo técnicas, su aprobación por Consejo de Ministros quedaría reducida a la categoría de simple "acto administrativo", sin trascendencia política.

Portavoces de la Moncloa consultados ayer por este diario negaron que la aprobación de los créditos se produjera en la reunión de¡ 16 de junio. En la nota distribuida por el Ministerio del Portavoz del Gobierno al término de la reunión no se hacía ninguna referencia a los mismos. "Aunque las referencias oficiales no incluyen todo lo que va al Consejo", indicaron .dichos portavoces, "sí recogen casi todos los créditos FAD".

Los citados portavoces aseguraron que los últimos créditos de ayuda aprobados por el Gobierno con destino a China recibieron el visto bueno en la reunión celebrada por el Consejo de Ministros el 7 de abril, meses antes de que se iniciara la sangrienta represión del movimiento estudiantil. En aquella ocasión el Ejecutivo otorgó al régimen de Pekín tres créditos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD). El primero, por valor de 281 millones de pesetas, estaba destinado a financiar la instalación de una planta de género de punto; el segundo, por un importe de 6.025.000 dólares, se dedicaría a la ampliación de una fábrica de cemento; el último, con un cuantía de 5.741.488 dólares, financiaría la instalación de 38.000 líneas telefónicas.

Protocolo financiero

Antes del verano, representantes del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y de su institución homóloga china rubricaron un protocolo con el que se pretende agilizar la concesión de nuevos créditos por parte de España a dicho país asiático, según han revelado medios gubernamentales. Este protocolo no recoge ni la cuantía de los préstamos, ni las condiciones financieras de los mismos, sino que se limita a diseñar un marco general y a sentar las bases jurídicas que regularán futuras concesiones.

Como en el caso de los créditos ya citados, la entrada evigor del protocolo está pendiente de que el Gobierno autorice su firma, tras valorar su implicaciones políticas. De cualquier forma, los contacto entre responsables económico de los dos países no se han interrumpido y para los próximo días hay previstas varias reuniones.

Aunque la reacción de la Comunidad Europea (CE) tras la matanza de Tiananmen fu en principio muy cauta, las ejecuciones posteriores y su repercusión en la opinión pública mundial elevaron el tono de la declaración de condena en la cumbre comunitaria de Madrid, más allá incluso de lo que preveían las autoridades españolas. Un informe difundido e martes último por Amnistía Internacional denuncia más de 1.300 ejecuciones de opositores, muchas de ellas realizada de forma clandestina.