Las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno no llegan a ser cordiales, según Tarancón

Las relaciones de la Iglesia con la Administración socialista "se pretende que sean cordiales, pero no llegan a serlo nunca. Todos, por, lo que tengo entendido, quieren dialogar, pero los oídos permanecen sordos", dijo ayer en Santander el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, que acudió a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para. clausurar el seminario Argumentos éticos y valores sociales, desarrollado a lo largo de la semana."A la transición política tiene que suceder, y está retrasándose demasiado, una transición ética y moral", explicó Tarancón, quien añadió que no tienen razón las gentes que culpan a la democracia del posible resquebrajamiento ético y moral de la sociedad. "El cambio no ha sido sólo político y tampoco se ha producido exclusivamente en España. El cambio es algo así como la espuma, que no se ve. Lo que ha sucedido es que la sociedad española deseaba romper con una cultura tradicional y asumir la cultura de la modernidad. Añoraba mayores libertades y era una, sociedad que miraba a Europa;se ha producido un fenómeno equivalente a un temporal de olas gigantescas. Y con él ha llegado la democracia, pero cuando las cosas estaban ya preparadas para que llegara la modernidad"'.

Tarancón admite que la situación "es muy seria en España, porque", dijo, "durante siglos hemos tenido una moral que estaba en la base de todas las instituciones y que ahora se ha perdido. Ahora esa moral católica se arrumba y carecemos de sustitutivo, por lo que estamos armándonos un lío". "La trarisición política se ha hecho bien, la democracia está consolidada", según Tarancón. "Pero el sustrato ético y moral de la convivencia, principalmente el respeto a los valores humanos, no acaba de asentarse". Tarancón exaltó la actividad política "cuando se ejerce con honradez y sinceridad".