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Crisis de precios y consumo en el mercado de cereales

Los precios de los cereales más importantes, trigo y cebada, han mantenido durante los dos primeros meses de campaña unas cotizaciones en origen un 10% en promedio por debajo de los precios de compra fijados por la Comunidad Europea (CE) para este año. Esta situación se ha producido a pesar de la existencia de una cosecha corta, en torno a los 18 millones de toneladas, frente a los casi 20 millones previstos en un primer momento por el Ministerio de Agricultura. Para los operadores del sector, los bajos precios han sido consecuencia de una caída en la demanda de las fábricas de piensos compuestos y el retraso en las exportaciones, aunque se considera que los precios ya han tocado fondo.Según fuentes del sector productor y de los almacenistas de cereales, la producción de este año se situará entre los 17 y los 18 millones de toneladas. El mayor descenso se produciría en la cebada con unos 8 millones de toneladas. Igualmente se espera reducción en maíz en la zona centro por la falta de agua. A este recorte en las cosechas se ha unido la baja calidad de los cereales en muchas zonas consecuencia de la sequía, especialmente en la mitad norte de la península.

Así, en el caso de la cebada, se ha vendido parte de la cosecha en torno a las 21 pesetas frente a un precio de compra de 23,97 y un precio de intervención de 25,50 pesetas. En el trigo, se pagaron precios de hasta 23,50 pesetas frente a un precio de compra de 25,23 pesetas y las 26,84 pesetas del precio de intervención.Razones de la baja

Para los responsables de la Asociación de Almacenistas de Cereales, ha sido negativo el que se haya iniciado la campaña con excedentes. Operadores que esperaban buenos precios en primavera, se encontraron con los almacenes llenos y tuvieron que acudir como último recurso a la a la intervención. Muchos almacenistas perdieron dinero y, con carácter general, no ganaron lo que esperaban. En consecuencia este año compran menos, y el alza de tipos de interés los desalienta aún más.

También ha jugado en contra de los precios una caída del 8% en la demanda de cebada por parte de los fabricantes de piensos, por el descenso de la cabaña ganadera, especialmente en el porcino y el consumo en aumento de productos de importación sustitutivos de la cebada tales como la tapioca, mandioca, colza y otras materias primas que en conjunto superan unas ventas de un millón de toneladas, cuando hace tres años tenían unas cifra insignificantes.

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