Triunfó Curro
Cualquier espectador de la corrida del pasado domingo en El Puerto hubiera apostado su hacienda (no la de Solchaga) contra alguien que hubiera sostenido que Curro Romero, 48 horas después, iba a triunfar en Málaga. Eran dos personas distintas. Allí, petrificado, ausente. Aquí, decidido, y naturalmente artista, por,que cuando en Curro hay decisión surge el arte. Insondable Curro. ¿Quien puede imaginarse, a estas alturas, a Curro salir toreando a la verónica desde las tablas y rematar con media, rodilla en tierra, inolvidable, en el platillo? Pues eso sucedió en Málaga. Palabra de honor. La faena a su primero, sobre la mano derecha, fue despegada, a unque con el empaque que imprime Curro a su quehacer. La del cuarto tuvo más entrega, también sobre la mano derecha, pese a que el toro embestía con brusquedad. Un ayudado por bajo con la izquierda fue una auténtica obra de arte. El público de Málaga estuvo cariñosísimo primero y enloquecido después con el diestro.Rafael de Paula toreó repetidas veces a la verónica con esa envidiable plasticidad que imprime a su toreo. La faena de muleta a su primero tuvo momentos álgidos, en los ayudados por bajo, en algunos redondos, pero le faltó ligazón. Algunos otros, como el molinete o algunos naturales y actitudes resultaron histriónicos. El quinto fue un toro muy violento para las mermadas facultades fisicas del jerezano, y su labor, aunque estuvo muy voluntarioso, no tuvo brillo.
Puerta / Romero, Paula, Martín
Toros de Diego Puerta, bien presentados y de buen juego, excepto 6º. Curro Romero: ovación y salida al tercio; oreja con petición de la segunda. Rafael de Paula: oreja; ovación y salida al tercio. Pepe Luis Martín, que tomó la alternativa: oreja; vuelta. Plaza de la Malagueta, 15 de agosto. Tercera corrida de feria.
Difícil papeleta la del nuevo doctor Pepe Luis Martín en tarde de decisión e inspiración de sus dos veteranos compañeros de terna. Tuvo el peor lote. A su primero le hizo una faena justa en donde sobresalieron los naturales y la segunda serie de redondos. El sexto, hecho polvo de los cuartos traseros, se defendía peligrosamente. Martín estuvo valiente y quizás demasiado insistente. Su actuación fue decorosa.
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