Por fin, una política contra la droga

Como unos padres estrictos que prefieren negar el problema con las drogas de sus hijos, la Administración de Reagan no ha sabido enfrentarse al crack, poderoso derivado de la cocaína que está devastando la sociedad norteamericana.Ahora, William Bennett, nuevo director de la lucha antidroga, ha dejado claro que la Administración de Bush está dispuesta a hacerla realidad. "El problema de las drogas es tristemente evidente: demasiados americanos las consumen todavía", afirma Bennett, "y así lo más importante de nuestra política contra ellas debe ser una pertinaz determinación de reducir su consumo en toda la nación".

Esta política implica la concesión de más recursos para la policía, y especialmente para los agentes que patrullan, que han comenzado a mostrar resultados imprevistos en algunas ciudades. Esto también significa ampliar los medios de los juzgados y prisiones para nuevos procesos contra la droga. La aplicación de la ley sugiere hacer sitio a palomas y halcones. Bennett puede gastar 620 millones de dólares para extender las prisiones federales; también puede utilizar los fondos federales para crear alternativas a la prisión, especialmente para los jóvenes que cometen un delito por primera vez. Esta posibilidad incluiría arrestos domiciliarios, multas y campamentos donde los drogadictos cumplieran cortas sentencias y recibieran un riguroso tratamiento.

, 7 de agosto