El agua que abastece a cuatro pueblos salmantinos contiene radiactividad superior a lo permisible
Las poblaciones situadas en el entorno de la mina de uranio de Saelices el Chico (Salamanca) se abastecen de aguas subterráneas altamente contaminadas por radiactividad. Por esta razón, la Diputación Provincial de Salamanca está elaborando un plan alternativo de abastecimiento de agua los municipios de la zona. La posibilidad de tomar agua del río Agueda se ha descartado porque éste también se encuentra contaminado por los vertidos de la mina de uranio.
Los municipios más afectados son los de Saelices el Chico, Villar de la Yegua, Castillejo de Martín Viejo y Villar de Ciervo, situados en la zona oeste de la provincia, a unos 15 kilómetros de Ciudad Rodrigo, y con una población conjunta de unos 2.000 habitantes. Las aguas subterráneas de esta zona poseen una alta radiactividad natural que las hace inadecuadas para el consumo, aunque ese sea su destino en varios municipios, según datos del laboratorio de radiactividad ambiental del departamento de Física Atómica y Nuclear de la universidad de Salamanca. Para los responsables de este laboratorio, estas aguas son inadecuadas para el consumo, en particular en el caso de Saelices el Chico, donde el agua se toma de un pozo en el que los análisis arrojaron una actividad radiactiva total de 11 picocurios por litro (pCi/litro), cuando el nivel máximo admisible de radiactividad es de 5 picocurios/litro, según el laboratorio de radiactividad ambiental de la universidad de Salamanca. (El curio es una unidad de medida de radiactividad; un picocurio equivale a 10 elevado a 12 curios).
Ese índice es tres o cuatro veces superior al nivel apto para el consumo o para cualquier otro uso. En otro pozo de Villar de la Yegua la radiactividad del agua aumentó durante el medio año de realización del estudio, y así, pasó de 37 picocurios/litro a 114, por lo que se recomendó buscar otra fuente de agua para el consumo.
Estudios posteriores en sondeos de Villar de la Yegua y Castillejo de Martín Viejo también pusieron de relieve que la radiactividad del agua es alta, aunque las diferencias no superaron los índices máximos permisibles.La alternativa de abastecimiento para esos municipios y otros próximos es el río Águeda, pero sus aguas también se encuentran afectadas por contsminación radiactiva, ya que en su cauce se vierten residuos procedentes del tratamiento del uranio en la mina de la Empresa Nacional de Uranio (Enusa), aunque los datos varían en función de los autores de las mediciones.
Un tramo de 45 kilómetros
El departamento de Física Atómica y Nuclear de la universidad de Salamanca analizó un tramo de 45 kilómetros comprendidos entre el pantano del Agueda y Villar de la Yegua. La muestra se realizó sobre 22 kilómetros aguas arriba de la mina de uranio y a otros tantos kilómetros aguas abajo. En el estudio se establece que "antes del desagüe de la mina las aguas son extraordinariamente limpias en cuanto a elementos radiactivos", pero "100 metros más abajo del reguero del desagüe de la mina aparece una radiactividad considerable". El mismo estudio precisa que "tres kilómetros más abajo la actividad desciende a la mitad". Durante los meses de invierno y la primavera el nivel de radiactividad del Águeda es bajo en general y las aguas pueden considerarse potables, aunque en ocasiones se supera el llamado nivel permisible. Por el contrario, Enusa, en sus informes al Congreso de los Diputados y al Senado a través del Consejo de Seguridad Nuclear, mantiene que la situación se encuentra por debajo de los límites autorizados. Así, se destaca que la sección de la empresa que recoge agua de lluvia para el tratamiento del uranio produjo durante el último semestre del año pasado 221.288 metros cúbicos de efluentes radiactivos líquidos y que el volumen de líquidos tratados vertidos de forma controlada al Águeda fue de 373.000 metros cúbicos.
Este informe añade que "la actividad radiactiva de las aguas de los fondos naturales ha sido más alta en los meses de julio y agosto". Insiste Enusa en que los vertidos con actividad radiactiva lanzados al ríodurante 1988 contenían índices por debajo del límite establecido. Igualmente se señala que el incremento estimado de concentración como consecuencia del vertido quedó por debajo del límite establecido. La empresa precisa que "Enusa ha cumplido los límites de vertido anual impuestos en la quinta prórroga de autorización vigente".
La presidenta de la Diputación provincial, Rosario Diego, ha confirmado que los estudios que manejan los técnicos de la Diputación indican que la contaminación del río en algunos puntos supera el máximo permitido por la normativa. La radiactividad del agua de la zona y la producida por la mina se considera que afecta a la salud de las personas, pero los estudios que realiza el hospital Clínico de Salamanca no se han hecho públicos.
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