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Lo 'jemeres rojos' y Vietnam airean en público sus diferencias sobre Camboya

Khieu Samplian, líder de losJemeres rojos, y Nguyen Co Thazh, ministro de Asuntos Exteriores de Vietnam, dejaron ayer al descubierto el profundo abismo que sigue separando al régimen provietnamita de Pnom-Penh de la resistencia camboyana. A pesar de ello, un cierto aire de optimismo se respiraba en las salas del Centro Internacional de Conferencias de París, en las que se han dado cita los representantes de 18 Gobiernos y el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, para poner fin definitivamente al conflicto de Camboya.

Los especialistas tachan de "conciliatoria" la postura china, principal soporte de losjemeres rojos. Pekín puede jugar un papel decisivo a la hora de que éstos acepten un alto el fuego tras la retirada de las tropas vietnamitas, prevista para el mes de septiembre. El ministro de Exteriores chino, Qian Qlchen, aseguró que, si se logra un acuerdo global que garantice una retirada "auténtica y total", su Gobierno "se compromete" a cesar la ayuda militar a las diferentes facciones camboyanas. Quian señaló, asimismo, que tras la formación de un Gobierno provisional cuatripartito de coalición -formado por el Gobierno de Phnom Penh y las tres fuerzas de la resistencia-, China no tendrá más relaciones que con ese Gobierno y respetará los resultados de las futuras elecciones generales en Camboya. En lo que es su primer viaje al extranjero después de la entrada de los tanques en la plaza de Tiananmen de Pekín para poner fin a la protesta estudiantil, Qian está tratando de mejorar la deteriorada imagen de¡ régimen chino en el exterior, por lo que le favorece la moderación en la cuestión camboyana.

Son buenas las perspectivas hacia la consecución de los objetivos internacionales propuestos en la celebración de esta conferencia: conseguir un acuerdo para la retirada vietnamita; poner fin a las donaciones de ayuda militar a los diferentes grupos, y organizar un mecanismo internacional de control que supervise el cumplimiento de lo pactado.

Sin embargo, la insistencia de Co Thazh en rechazar a losjemeres rojos y de Khieu Samphan de que no haya un alto el fuego hasta que no se disuelva el régimen provietnamita, muestra que el camino para alcanzar un acuerdo en cuestiones de orden interno camboyano es aún largo de andar.ReconstrucciónLos analistas aseguran que tras los insultos y las posiciones inamovibles se esconde la clara voluntad, tanto de vietnamitas como de las cuatro facciones camboyanas, de lograr un acuerdo que permita poner fin a la guerra y dedicarse a la reconstrucción de sus respectivos países.

A esa tendencia obedece también el que el ministro de Exteriores de Vietnam no quisiera criticar directamente la posición de su enemigo chino, y se limitara a decir que había oído "algunas notas discordantes" en los discursos pronunciados.

Los responsables de las dos grandes potencias, James Baker y Eduard Shevardnaze, abandonaron ayer París, aunque la conferencia internacional finaliza hoy. Posteriormente, y por un mes, según Francia, se continuará a puerta cerrada hasta la consecución del buscado acuerdo global.

El príncipe Norodom Sihanuk es en esta conferencia el punto demira de Políticos y periodistas. El Gobierno chino le considera la "única personalidad capaz de reunir a las diferentes fuerzas políticas de Camboya". La Administración de Vietnam asegura que "él es el único que representa a la resistencia jemer". Su oponente, el primer ministro camboyano Hun Sen, lo tiene por su "único interlocutor", y sus aliados de la resistencia aseguran que "es el único que goza de total respaldo de su pueblo".

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