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Suicidio de un enfermo de SIDA que iba a ser trasladado del hospital del Rey

El enfermo de SIDA R. R. V., de 38 años de edad, se suicidó ayer en la planta primera del hospital del Rey, de donde iba a ser trasladado hacia el hospital de la Princesa para proseguir el tratamiento iniciado hace dos meses, según fuentes del centro médico.Una enfermera del hospital del Rey descubrió en la madrugada de ayer el cuerpo ahorcado de R. R. V. Seguidamente, la dirección del centro hospitalario dio parte de lo ocurrido a la policía y al juez, que acudieron al lugar de los hechos.

El juez autorizó el levantamiento del cadáver y ordenó su traslado al Instituto Anatómico Forense para que se le practicara la autopsia. E, cuerpo de R. R. V. ingresó a media mañana en el citado centro con el número 1.425. El médico forense del Juzgado de Instrucción número 6, el doctor Amigo, tras efectuar la correspondiente autopsia notificó que R. R. V. había fallecido a causa de asfixia.

Según fuentes del hospital, R. R. V. había acudido periodicamente al centro desde 1986 para realizarse varias revisiones y pruebas, ya que formaba parte de uno de los grupos considerados de riesgo para con traer el SIDA: los homosexuales.

Carta de protesta

Hace un par de meses había comenzado un tratamiento de la enfermedad en el hospital del Rey -donde han dejado de admitirse ingresos desde el día 1 de julio- y estaba previsto para ayer su traslado al hospital de la Princesa, centro que atiende actualmente a los enfermos de estas características.Los médicos y las ATS del hospital estaban muy afectados por el hecho, y calificaron de "especialmente duro" el momento del descubrimiento del cadáver, poco antes de que el primer turno de la mañana comenzara su horario de trabajo. Las autoridades del centro, por su parte, tras tener conocimiento del suceso, dieron la orden a todos los empleados del centro de no facilitar ningún tipo de información referente al suicidio. Esta misma semana (véase EL PAÍS del pasado jueves), un grupo de 15 enfermos de SIDA ingresados o en tratamiento en el citado centro hospitalario había dirigido una carta de protesta al director del organismo, Rafael Nájera, por el cierre del centro.

Varios familiares de estos enfermos habían remitido una misiva similar considerando que "se puede perjudicar la atención de estos pacientes al remitirles a sus hospitales de zona, donde apenas hay camas libres; hay dificultades.en aco modar a pacientes infecciosos, y se pueden encontrar proble mas en la aceptación por parte del resto de los enfermos y tra bajadores".

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