'Perestroika' y KGB
Los esfuerzos de Mijail Gorbachov para reformar y controlar al KGB van encaminados a meterle mano dentro de sus fronteras mientras lo transforma en un aparato más profesional y moderno para espiar en el exterior.Dos titulares de Prensa demuestran que el KGB no sabe todavía que la guerra fría ha terminado. En primer lugar, la historia de un alto diplomático norteamericano, Felix Bloch, sospechoso de haber entregado secretos oficiales a los soviéticos a principios de este año en Europa. Por otra parte, la expulsión de Londres de 11 agentes soviéticos elpasado mes de mayo. Como afirmaba un funcionario británico, "con glasnost o sin glasnost, no han variado su forma de trabajar. Y queremos que sepan que nos hemos dado cuenta, por mucho que queramos que triunfe la perestroika".
La perestroika y el espionaje no son excluyentes. Es evidente que Gorbachov ha llegado a un acuerdo con el KGB por el cual le evita el desagradable trabajo de actuar como policía secreta en casa para que pueda concentrar su atención en espiar los secretos oficiales de Occidente. A cambio, el KGB se convierte en firme defensor de la perestroika. Este acuerdo es un elemento importante, al considerar la capacidad de Gorbachov para sacar a su Gobierno de la crisis. Junto a otras instituciones, ha dejado a la policía secreta fuera del control de la vieja guardia del partido que se opone a sus reformas.
27 de julio
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