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La CNMV abre un expediente a Drexel por presunto fraude en la colocación de acciones de Repsol

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha abierto un expediente a la sociedad de intermediación Drexel Burnham Lambert por su actuación en la colocación de acciones de Repsol. La filial española de Drexel demandó títulos por un importe de unos 7.000 millones de pesetas, dentro del tramo minorista, para, el mismo día de comienzo de la cotización de Repsol, recolocarlos entre grandes inversores institucionales extranjeros y la propia Drexel. La gravedad de la sanción puede suponer la expulsión de Drexel del mercado español, que puede hacerse efectiva el próximo 23 de septiembre.

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A principios de junio, la Comisión Nacional del Mercado de Valores comenzó a investigar la actuación de la filial española de Drexel en la colocación de acciones de Repsol. El total de órdenes de compra de estas acciones cursadas por Drexel rondaba los 7.000 millones de pesetas destinadas, en total, al tramo minorista, que recibía unas mayores comisiones por parte de Repsol debido al interés de la empresa por promocionar la colocación entre pequeños inversores.Esos 7.000 millones de demanda se repartían entre 400 personas, en principio inversores individuales. Pero el día de la salida a bolsa de Repsol el total de esas acciones que pertenecían al tramo minorista fue recolocado -al mismo precio- entre un pequeño grupo de inversores institucionales y la propia Drexel, que mantuvo un total de 17.000 acciones.

Esta actuación ha sido considerada por la CNMV como una práctica fraudulenta por la que este intermediario financiero intentó beneficiarse de las reglas de prorrateo de la colocación de acciones de Repsol, disfrazando de peticiones de pequeños ahorradores lo que en realidad se dirigía a inversores institucionales y a la propia cartera de la sociedad instrumental.

Drexel cursó 300 órdenes idénticas por importe de 10 millones de pesetas cada una y 100 más en el límite del tramo minorista, es decir, por 39.999.000 pesetas cada una, con lo que, en total involucró a 400 personas. Las acciones compradas a nombre de esos supuestos inversores fueron recolocadas el día de salida a bolsa de Repsol. La Comisión del Mercado de Valores, en su investigación, ha solicitado a estas 400 personas que confirmen si, efectivamente, cursaron estas órdenes de compra. Y de momento, ya 10 han contestado que no tenían ni idea de esa operación, mientras que más de 200 han ratificado las órdenes de compra y venta.

La utilización del nombre de hipotéticos inversores sin su conocimiento puede provocar una sanción adicional a Drexel que excede las competencias de la Comisión. Si estas personas o alguna más entre las 50 que aún no han contestado a la CNMV, ratifican que desconocían la utilización de su nombre para la compra venta de acciones, Drexel podría enfrentarse a un juicio penal, además de a las sanciones que le imponga la propia Comisión y que, probablemente, supongan su expulsión del mercado de valores español.

Falta muy grave

El intento de Drexel de aprovechar las ventajas del prorrateo tiene la calificación de "falta muy grave" por la ley del mercado de valores, por lo que se le puede aplicar las sanciones que estipula su artículo 99. Este texto legal prevé cinco posibles sanciones, tres económicas y dos que pueden suponer por una parte el cese de actuación en el mercado de Drexel y, por otra, de los operadores que estuvieran implicados en el supuesto fraude.

En concreto, la filial española de Drexel podría ser castigada a pagar una multa de hasta cinco veces el importe del beneficio obtenido con la operación, o el 5% de sus fondos propios. Para los operadores, la sanción económica podría llegar a cinco millones de pesetas cada uno. Pero, además, estos operadores pueden ser excluidos del ejercicio de la profesión por un período de hasta cinco años y la propia Drexel puede ser expulsada del mercado de valores español.

La exclusión efectiva de Drexel es una hipótesis más que probable, ya que este intermediario financiero es, de momento, una sociedad anónima que se engloba dentro de los chiringuitos financieros sin registro específico en la Comisión, y tiene que solicitar ahora su readaptación como una sociedad o una agencia del mercado de valores.

Drexel tendría que recibir la autorización para su readaptación a sociedad o agencia de valores antes de la fecha tope del 23 de septiembre ya que, de no ser así, tendría que extinguir sus actividades en España en esa fecha. El problema es que el Consejo de la CNMV acaba de abrir este expediente y es improbable que, ni aún corriendo mucho, pueda solucionarse antes del próximo octubre.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores confirmó ayer que se había abierto el expediente que tendrá como instructor al jefe de inspección de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Según estas fuentes, la reacción de Drexel ha sido la de reconocer la compra de las acciones de Repsol a nombre de los 400 accionistas para después recolocarlas entre inversores institucionales y negar que esa operación se hubiera hecho sin el consentimiento expreso de esas 400 personas.

Drexel ha aportado a la Comisión documentación de más de 200 personas que sí dan su conformidad a la operación de compra. El intermediario financiero decliné realizar ningún tipo de comentario a este diario. "No comment, no es hábito de la compañía comentar con la Prensa las relaciones que tenemos con las entidades reguladoras", ha dicho Jaime Asensio, de Drexel en Madrid.

La sanción a Drexel puede además implicar al agente de cambio y bolsa que intervino en la operación de colocación de acciones de Repsol, aunque de momento no se ha abierto expediente más que a la filial norteamericana.

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